Según diversas fuentes de noticias, basadas en parte en las reseñas de las cadenas de televisión Al Manr y Al Mayadeen, amas de Líbano, tropas sirias respaldadas por las milicias del Hezbolá y el poderío aéreo de Rusia, están a menos de 25 kilómetros de la frontera con Turquía, al norte de Aleppo, luego de haber tomado la villa de Kiffen.

«Esta es la primera vez desde el 2013 que el gobierno sirio ha estado tan cerca de la frontera turca en la provincia de Aleppo», dijo Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos en Londres. Los combatientes de la oposición están ahora contra la pared «entre las pinzas del ejército que está presionando hacia el norte,

las fuerzas curdas que vienen del oeste y el Estado Islámico (EISS), que domina el este», señaló.

Se especula con que Rahman, quien apoya desde Londres a las milicias de la oposición siria, lo quiere hacer parecer como que el EIIS estuviera aliado al ejército sirio y los curdos, lo cual es totalmente imposible.

Los grupos de oposición en Aleppo culpan a sus partidarios extranjeros por la situación en la que se encuentran en la actualidad.

 

Diferencias

«La diferencia entre ellos y nosotros es que nosotros no nos beneficiamos con la ayuda de nuestros aliados, en tanto que el gobierno recibe todo tipo de ayuda de sus aliados», dijo Haitham Hammo, vocero de Jabha Shamiya (Frente Levante). «Esto significa que las zonas que están en poder de los revolucionarios se están derrumbando», le dijo a la agencia de noticias francesa AFP.

Según Al Manar, las fuerzas sirias tendrán acceso muy pronto al pueblo fronterizo de Azaz, en donde están estacionadas bases de la retaguardia del enemigo, si logran derrotar a la coalición armada de islamistas, Jabhat al-Sham, apoyados por Turquía.

Hammo admitió que «los rebeldes podrían perder su control en el norte de Siria», y agregó que «esta amenaza se está convirtiendo en realidad».

En esta zona, los rebeldes están siendo expulsados por el ejército sitio por un lado y el YPG curdo por el otro.