El gobierno británico debate por estas horas la posibilidad de revertir las exigencias sobre el personal del Servicio Nacional de Salud (NHS, sus siglas en inglés), al respecto de la obligatoriedad de presentar dos dosis para realizar sus tareas antes del 3 de febrero.

En tal sentido, el secretario de Salud, Sajid Javid, se reunirá este lunes con varios ministros del Gobierno de Boris Johnson para resolver la situación que podría originar una crisis de personal debido a que son 80 mil los trabajadores del sector involucrados.

Según el periódico digital británico i, “el Gobierno se está preparando para dar un gran giro en U eliminando las vacunas obligatorias para el NHS y los trabajadores de atención social”.

Todos los trabajadores del NHS que atienden a pacientes deben recibir la doble vacuna antes del 1 de abril o enfrentar la pérdida de sus trabajos según la política actual de jab obligatorio, por lo que aquellos que aún no tengan la primera deberán vacunarse antes de este jueves.

El antecedente lo muestran los aproximadamente 40 mil trabajadores del sector de la atención social que perdieron sus puestos de trabajo tras la fecha límite para vacunarse que se produjo en noviembre.

El secretario en jefe del Tesoro, Simon Clarke, le dijo a Sky News este lunes por la mañana que se tomaría una decisión sobre la política de pinchazos obligatorios “en el transcurso de los próximos días”, y agregó: “Esta es una política que siempre hemos mantenido bajo revisión”.

Por su parte, Javid, dijo la semana pasada que los ministros estaban “reflexionando” sobre el mandato de la vacuna y se negaron a descartar eliminarlo.

Mientras persiste la insistencia de que si se implementa el plan de vacunación obligatoria para los trabajadores del NHS en Inglaterra habrá una gran cantidad de escasez de personal, el Royal College of Nursing dijo que la medida sería un acto de «autosabotaje» ya que el NHS ya enfrenta grandes brechas entre su fuerza laboral.

La política se anunció a principios de noviembre cuando Delta era la variante dominante de Covid en el Reino Unido.

El cambio de sentido informado de esta semana viene con la cepa Omicron más infecciosa que genera un número de casos mucho más alto, pero con muertes y hospitalizaciones mucho más bajas que en oleadas anteriores.

Durante la mañana de este lunes, Clarke dijo al respecto: «Lo que sabemos sobre Ómicron es mucho más transmisible, pero menos severo» y «cualquier decisión que se tome esta semana reflejará esa realidad».

Por otra parte, el cambio de sentido en esta política también será bien recibido por los conservadores escépticos del encierro.

En cuanto a los trabajadores del sector social, estiman que se les permitiría volver a trabajar si finalmente se revierte la política, según informó este lunes The Telegraph.