Los trabajadores nucleados en el Royal College of Nursing comenzaron este miércoles la primera de las dos jornadas de huelga. Los británicos deben estar preparados para que uno de cada cuatro hospitales y servicios comunitarios se vean afectados.
Un grupo de expertos de Nuffield Trust estimó que para 2021 el número de profesionales era de 37.035, más de 4.000 menos que las proyecciones previas al referendo sobre la salida de la Unión Europea. La anestesiología constituye una de las carencias más importantes.
Los miembros del Real Colegio de Enfermería decidieron la medida después de que el Gobierno del Reino Unido rechazara su pedido que también incluye reivindicaciones laborales. Los paros están programados para los días 15 y 20 de diciembre.
El ex ministro de Finanzas de Boris Johnson, Rishi Sunak, dijo que a partir de ello se trató de “asustar a la gente” a través de la publicidad. Aseguró que "nunca se hizo un cálculo de costo-beneficio, un requisito básico para casi todas las intervenciones de salud pública.
El Servicio Nacional de Salud no está cumpliendo el “igual acceso para necesidades idénticas” en los centros de urgencias médicas. Advirtieron que ello sucede no solo cuando están saturados, sino también cuando lo estaban menos.
Estiman que son 12.000 médicos y 50.000 enfermeras y parteras. El presidente del comité parlamentario, Jeremy Hunt, aseguró que esta situación está “agravada por la ausencia de un plan a largo plazo por parte del Gobierno para abordarla”.
El sistema conocido como NHS, debido a los retrasos por la pandemia, acumula 6,6 millones de consultas de rutina por encima de las 6,4 millones de mayo pasado. Las consultas privadas aumentaron un 39 % comparadas con 2019.
El secretario de Salud, Sajid Javid, debate este lunes con varios ministros ante la perspectiva de una crisis de personal. Son 80 mil los empleados afectados, que si no tienen la doble dosis antes de este 3 de febrero, deberán enfrentar la pérdida de sus trabajos.
Boris Johnson reconoció que incumplía su palara ante la Cámara de los Comunes y expuso que el sistema de salud público británico “es el orgullo” de Reino Unido pero que su recuperación “tenga los fondos a largo plazo” que se necesitan para que funcione.