Los servicios de salud pública británicos comenzaron a sufrir este miércoles interrupciones y cancelaciones de las atenciones no encuadradas como emergencias en el primero de dos días de huelga del personal sanitario, una medida histórica en reclamo de un aumento salarial y mejores condiciones laborales, en un contexto de alta inflación que impactó en el costo de la vida.

Los trabajadores nucleados en el Royal College of Nursing (RCN por sus siglas en inglés) comenzaron este miércoles la primera de las dos jornadas de huelga, por lo que los británicos deben estar preparados para que uno de cada cuatro hospitales y servicios comunitarios se vean afectados, alertaron las autoridades.

Sólo funcionarán los servicios de emergencias que estarán cubiertos de 8 a 20, proporcionando así atención para tratamientos como quimioterapia, diálisis y cuidados intensivos.

Saffron Cordery de NHS Providers, que representa los servicios del NHS, dijo que la escala de la huelga y el hecho de que dura dos días consecutivos significaba que probablemente tendría un «mayor impacto», según consignó la emisora británica BBC.

«Esperamos una interrupción generalizada», dijo. «Se sentirá ese día y también en los días siguientes», dijo.

Por su parte, Matthew Taylor, director ejecutivo de la Confederación del NHS -así se conoce al sistema de salud pública del Reino Unido- dijo que sin un acuerdo salarial, los pacientes enfrentarían los efectos de una «guerra prolongada de desgaste entre el gobierno y los sindicatos».

«Hemos estado diciendo durante semanas que la huelga no podría haber llegado en un momento más difícil para el NHS. Pero esperábamos que ya se alcanzara un compromiso para poner fin al estancamiento», lamentó.

Miles de tratamientos y turnos tuvieron que ser reprogramados debido a la huelga de enfermeras que tuvo lugar el mes pasado.

Esta interrupción tendrá un impacto significativo en los tratamientos previamente reservados, como la cirugía de hernia, los reemplazos de cadera y la enfermería comunitaria. Los servicios de médicos de cabecera no se verán afectados.

Desde el principio, la huelga preocupa al gobierno, que esperaba una solución para poner fin al impasse.

La inflación en el Reino Unido ha aumentado significativamente en el último año situándose en un promedio del 11% anual, debido principalmente a la subida de los precios de los alimentos, el combustible y la vivienda.

Esto afectó especialmente a los trabajadores del NHS, cuyos salarios no aumentaron a la misma velocidad que el costo de vida.

La secretaria general de RCN, Pat Cullen, quien representa a más de 300.000 enfermeras, dijo que el sindicato lamenta el impacto de las medidas en las atenciones programadas.

«La gente no está muriendo porque las enfermeras están en huelga. Las enfermeras están en huelga porque la gente está muriendo. Así de graves son las cosas en el NHS y es hora de que el primer ministro lidere una lucha por su futuro», afirmó.

«No se puede dejar que empeore el número récord actual de puestos de enfermería vacantes. Pague al personal de enfermería de manera justa para cambiar esto y brindarle al público la atención que se merece», concluyó.

El RCN está pidiendo un aumento salarial de 5 % por encima de la tasa de inflación del Índice de Precios Minoristas (IPC), que actualmente se ubica en 14 %.

Pero los Gobiernos de Inglaterra y Gales ofrecieron un promedio del 4,75 %.

Mientras tanto el Gobierno británico busca aprobar una nueva ley que otorgaría a la policía autoridad para reprimir las protestas más «disruptivas».

Esta ley tendría como objetivo responder a las huelgas generalizadas que se vienen produciendo desde diciembre de 2022, como consecuencia de la alta inflación.

La propuesta incluye una enmienda a la Ley de Orden Público para reforzar el papel de la policía al «intervenir preventivamente en protestas», ampliando la definición legal de «perturbación grave».