El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, le ofreció a China la posibilidad de convertirse en «garante de la seguridad» del país, una de las condiciones imprescindibles que pide Kiev para reanudar las conversaciones de paz de alto nivel con Moscú y poner fin a la invasión rusa.

China mantuvo hasta el momento una postura ambigua sobre la guerra: defendió la integridad territorial de Ucrania, país al que envió ayuda humanitaria y con el que mantiene una cooperación económica, pero a su vez se opuso a las sanciones impuestas a Moscú y avaló las acusaciones del Kremlin sobre posibles amenazas biológicas en laboratorios controlados por Estados Unidos en territorio ucraniano.

En la ONU fue donde expuso de forma más clara su posicionamiento al abstenerse en las resoluciones que condenaron la invasión y exigieron una retirada militar.

«Ucrania está estudiando actualmente la posibilidad de obtener garantías de seguridad de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida China, y otras grandes potencias», explicó Kuleba, según consignó la agencia Europa Press.

En este contexto, «ofrecemos a China la posibilidad de convertirse en uno de los garantes de la seguridad de Ucrania, en una señal de nuestro respeto y la confianza que tenemos depositada en ellos», añadió.

Asimismo, Kuleba pidió a China que siga brindando asistencia humanitaria a Ucrania a través de la Sociedad de la Cruz Roja China.

El mes pasado, durante negociaciones en Turquía, delegados ucranianos presentaron a los de Rusia sus propuestas con vistas a un acuerdo de paz, entre ellas la de declarar a Ucrania neutral a cambio de garantías de seguridad supervisadas por otros países.

Esta semana, el presidente ruso, Vladimir Putin, le dijo al secretario general de la ONU, António Guterres, con quien se reunió en Moscú, que aún tenía esperanzas de que el conflicto con Ucrania pueda resolverse de manera diplomática.

De todas formas, aclaró que no dará su aprobación a un acuerdo sobre las garantías de seguridad para Ucrania sin que estén resueltos los conflictos territoriales con Crimea, el territorio que anexó en 2014, y el Donbass, la región del este de Ucrania donde se encuentran las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk.