El huracán Nate se fortalecía este sábado y empezaba en su trayectoria hacia la costa de Estados Unidos, donde debería golpear en la noche como categoría 2, tras dejar al menos 31 muertos y cuantiosos daños en Centroamérica.

Nueva Orleans, devastada por el huracán Katrina en 2005, que dejó centenares de muertos, sentía los primeros embates de la tormenta, y permanecía bajo advertencia junto a otras ciudades ubicadas en la costa del Golfo de México.

El presidente Donald Trump, que autorizó recursos adicionales si el caso lo amerita, dijo que la agencia federal de gestión de emergencias Fema está preparada para la tormenta, y urgió a los residentes de Luisiana, Mississippi y Florida, a que «escuchen a las autoridades locales y cuídense».

Según el último informe del Centro Nacional de Huracanes Estadounidense (NHC), sus vientos se mantenían en 150 kilómetros por hora, y «aún podría convertirse en un huracán categoría 2» cuando llegue a la costa al anochecer.