El papa Francisco, como representante de la Iglesia católica, y otros líderes religiosos firmaron hoy un compromiso para combatir la esclavitud moderna y la trata de personas en todo el mundo antes de 2020.

El pasado 17 de marzo, el Vaticano y representantes anglicanos y musulmanes firmaron el documento que forma parte de la iniciativa de la “Walk Free Foundation”, que se define como un movimiento de todo el mundo para luchar contra la esclavitud moderna y se invitaba a otras confesiones a unirse a este llamamiento.

Hoy se celebró la firma final con una ceremonia en la sede de la Academia pontifica de las Ciencias, en Ciudad del Vaticano, a la que además se han unido representantes ortodoxos, budistas, hindúes y judíos.

Además del papa Francisco, dijeron presente la hindú Mata Amritanandamayi; el rabino argentino Abraham al-Modarresi; el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y representantes budistas, entre otros.

En la declaración se subraya que “la esclavitud moderna y la trata de personas son un crimen contra la humanidad” y que “la explotación física, económica y sexual de hombres, mujeres y niños condena a 30 millones de personas a condiciones inhumanas y al degradación”.

En el acuerdo se invita a todas las religiones y gobiernos del mundo a “conducir el poder espiritual y el esfuerzo conjunto y la idea de liberación a desarraigar definitivamente la esclavitud y la trata” de personas en el mundo, consignó un despacho de la agencia EFE.

El documento además anunció que se instaurará una jornada de oración por las víctimas y su libertad y que “todos los fieles y personas de buena voluntad son invitados a movilizarse”.

Entre los puntos del acuerdo los firmantes se comprometen a animar al resto de confesiones a realizar programas de lucha contra la esclavitud y la trata de personas, a movilizar a los jóvenes o las familias, escuelas, universidades para que conozcan el tema.

También enviar a 50 grandes multinacionales su propuesta para que garanticen que en sus empresas se excluya la esclavitud y la trata de personas.

La misma invitación se hará a 162 gobiernos, con el objetivo que 30 jefes de Estado apoyen públicamente este acuerdo antes de finales de año.

Otro objetivo será que el grupo de países que forma el G-20 también condene la trata de personas, adopte medidas contra estas lacras sociales y apoye el acuerdo.