La Cámara de los Comunes reinició hoy el debate de la retirada de la Unión Europea (UE) y esperan votar esta noche el proyecto de ley que pondrá fin a la supremacía del derecho de la UE sobre el Reino Unido, luego que el gobierno conservador británico advirtiera que sin ley habrá «caos».

El proyecto, conocido también como la Ley de la Gran Derogación, tendrá como objetivo anular el Acta de Comunidades Europea de 1972, que autorizó el ingreso del Reino Unido en la entonces Comunidad Económica Europea, la antecesora de la UE, y convertirá en normas nacionales las actuales leyes comunitarias tras el Brexit.

El gobierno presentó el proyecto como clave para la gobernabilidad y el futuro político del país y la mayoría de la oposición, como un intento del oficialismo por ganar más poder. Sin embargo, todo indica, que los conservadores tienen los votos necesarios para aprobarlo.

En el marco de un tenso debate, el ministro del Brexit, David Davis, advirtió a los diputados que votar contra el proyecto de ley de Derogación equivaldría a respaldar una salida «caótica» de la Unión Europea, una posibilidad que acosa a los mercados y gobiernos europeos hace tiempo.

Davis argumentó que las empresas y los ciudadanos deben tener garantías de que no habrá cambios imprevistos en las leyes después del Brexit y, destacó, «esto es lo que facilita este proyecto» de ley.

El ministro, como hace constantemente todo el gobierno conservador de Theresa May, recordó que la salida de la UE fue una decisión de la mayoría de los ciudadanos en las urnas y que hay que respetar esa voluntad popular.

Agregó que el pueblo británico «no votó por confusión» en el referéndum del año pasado.

En esa misma sintonía, el canciller Boris Johnson le pidió hoy al Parlamento no «frustar» el proceso de salida de la UE que inició el gobierno.

Pese a estos argumentos y estas advertencias, el Partido Laborista ya adelantó que se opondrá al proyecto de ley y sostuvo que el texto representa un «abuso de poder» por parte del gobierno de May.

El líder del Laborismo, Jeremy Corbyn, reiteró que respeta el resultado de la votación del año pasado, pero sostuvo que con este proyecto de ley el gobierno intenta evadir el escrutinio parlamentario y acumular poderes, que podrían poner en peligro los derechos de los trabajadores y las salvaguardas ambientales en el futuro.

Los laboristas viven una gran crisis interna, que se vio reflejada en votaciones divididas en el seno del Parlamento, especialmente en proyectos de ley referidos al Brexit. No está claro cuántos diputados de la bancada del principal partido de la oposición respetarán la posición tomada por su líder, Corbyn.

Por otra parte, las otras dos fuerzas opositoras con posibilidad de afectar el resultado final de una votación, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) y los demócratas liberales, también adelantaron que se opondrán al proyecto de ley.

Sin embargo, excepto que el oficialismo conservador sufra un quiebre interno, el gobierno cuenta con el apoyo del Partido Unionista Democrático que le alcanza para alcanzar una mayoría absoluta. en la Cámara de los Comunes.