Con un lenguaje muy diplomático aunque también bastante directo, el presidente chino Xi Jinping presentó la visión de China sobre una asociación entre naciones en donde todos ganan, y atacó directamente el sistema de «alianzas» que ha encabezado Obama, como también su excusa para las guerras perpetuas y universales.

Xi utilizó varios dichos chinos para recoger el concepto de Confucio de cooperación armónica para lograr la paz y el desarrollo. «No se puede cambiar el pasado, pero se puede definir el futuro», dijo. Condenó el mundo unipolar como una cosa del pasado, y dijo que la perspectiva geopolítica «en donde las ganancias de uno son las pérdidas de otro se tiene que rechazar».

Renovó su llamado a una nueva forma de relaciones internacionales, una en donde se busquen «asociaciones en vez de alianzas». Con esto hacía una clara referencia a las constantes amenazas del gobierno de Obama de que ellos iban a «defender militarmente a sus aliados» en Asia, refiriéndose a Japón, las Filipinas y Corea del Sur, como su justificación para concentrar poderío militar masivo en torno a China.

Xi también insistió en que «los países grandes deben tratar a los países pequeños como iguales, y la justicia debe prevalecer por sobre los intereses», otra bofetada a la geopolítica.

“La ley de la Selva”, dijo, “no es la salida. El uso de la fuerza solo puede dar como resultado que la roca que se levante caiga sobre tu propio pie», ejemplificó.

“Permitirle al capital que solo busque ganancias, produce crisis, dando como resultado la actual brecha enorme entre ricos y pobres. Tenemos que usar tanto la mano invisible como la visible». Graficó.

Puso de relieve, además, la igualdad de las naciones en un enfoque en donde todos ganan, ofreciendo «compartir con otros nuestra experiencia en el desarrollo, que se unan a nuestro tren de desarrollo expreso». Dijo también que la votación de China en la ONU siempre será a favor de los países en vías de desarrollo. Agregó después que ninguna civilización era superior a ninguna otra y que cada una de ellas debe recibir inspiración de las otras.

Xi concluyó anunciando que China establecerá un «Fondo Chino de Desarrollo para la Paz en la ONU», a diez años y con $100 mil millones de dólares, en lo que se considera otra más de las enormes contribuciones chinas al desarrollo mundial.