El mandatario filipino Rodrigo Duterte anunció que no se presentará a las elecciones de 2022, en las que se iba a postular como vicepresidente, e informó que se retirará de la vida política, lo que allana el camino para que su hija sea candidata a dirigir el país.

«El abrumador sentimiento de los filipinos es que no estoy habilitado y sería una violación de la Constitución pasar por encima de la ley» para ser candidato a vicepresidente, explicó Duterte.

«Hoy anuncio mi retirada de la vida política», concluyó en un anuncio sorpresivo.

Duterte, de 76 años, a quien la Constitución le impide presentarse a un segundo mandato de seis años, sigue siendo casi igual de popular en las encuestas que cuando ganó los comicios en 2016 prometiendo una firme campaña contra el narcotráfico en el país.

El mandatario había anunciado que sería candidato a vicepresidente, una decisión denunciada por la oposición como una maniobra para librarse de posibles acciones de la justicia y que no contó con tanto apoyo en los sondeos.

Duterte tampoco dijo a quién apoyará como sucesor, aunque muchos estiman que será su hija Sara, quien previsiblemente lo proteja de cargos criminales ante la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) por su violenta guerra contra el narcotráfico.

Las últimas cifras oficiales informan de al menos 6.181 muertos y más de 200.000 operaciones antidroga en el archipiélago asiático desde 2016, pero los activistas de derechos humanos estiman que los números reales son muy superiores, consignó la agencia de noticias AFP.

Sara Duterte-Carpio, alcaldesa de la ciudad de Davao (sur) y muy bien situada en los sondeos, afirmó que no se presentaría si su padre aspiraba a la vicepresidencia.

La campaña electoral en Filipinas comenzó oficialmente ayer con la apertura de las inscripciones para los 18.000 cargos en juego.

Además de la hija de Duterte, si confirma su candidatura, aspiran a la presidencia Ferdinand «Bongbong» Marcos, hijo del exdictador del mismo nombre, el exboxeador Manny Pacquiao o el exactor y alcalde de Manila, Francisco Domagoso, conocido como Isko Moreno, además de otras celebridades televisivas, e incluso un preso.

Se abren así siente meses de campaña electoral, en donde se espera que la pobreza y la pandemia dominen gran parte de la agenda.