Ya se encuentra en Kenia, país de sus antepasados, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien arribó en medio de drásticas medidas de seguridad por temor a los shebab, los yihadistas somalíes afiliados a Al Qaida.

En lo que se constituyó en la primera visita al país desde que es presidente de Estados Unidos, Obama tiene previsto participar en una cumbre mundial de emprendedores en la ciudad de Nairobi.

El titular de la Casa Blanca bajó solo la pasarela del avión presidencial Air Force One y fue recibido por una niña vestida de blanco que le entregó un ramo de flores, tras lo cual estrechó la mano de su homólogo, Uhuru Kenyatta.

Después, Obama saludó a varios altos funcionarios kenianos -entre los que estaba su media hermana, Auma-, firmó el libro de visitantes y se subió a la limusina que lo transporta. En Kenia tiene previsto abordar cuestiones económicas, de seguridad y de respeto de los derechos humanos.

«África es un lugar con un dinamismo increíble, donde se encuentran algunos de los mercados que más crecen en el mundo, gente extraordinaria, de una resiliencia extraordinaria», había declarado Obama en Washington, antes de su viaje. «Las oportunidades son extraordinarias y debemos romper los tópicos y las barreras», añadió.

Para la visita, las autoridades implementaron fuertes medidas de seguridad. Una parte de Nairobi, la capital de Kenia, se ha blindado ante la llegada de Obama, quien permanecerá allí hasta el domingo por la noche, cuando vuele a Etiopía.

En lo referido a seguridad, el comandante de la policía de Nairobi, Benson Kibue, explicó que se desplegarían 10.000 policías en la capital, un cuarto de los efectivos del país.

Mientras tanto, la aviación civil keniana cerró el espacio aéreo durante 50 minutos antes de la llegada de Obama y volverá a ser clausurarlo 40 minutos después de su partida.

El centro de las preocupaciones radica en el grupo yihadista somalí shebab, que ha llevado a cabo varios ataques mortíferos en Kenia, como el que se cobró la vida de 67 personas en el centro comercial Westgate de Nairobi en 2013.

Entre los temas que ambos mandatarios abordarán, podría figurar la cuestión de los derechos de los homosexuales, aunque el presidente keniano afirmó que el tema no está «en la agenda» oficial de las conversaciones con Obama.

«El combate contra el terrorismo será el tema central. Hemos trabajado en estrecha colaboración con los servicios estadounidenses», precisó Kenyatta, cuyo país participa en una operación militar de la Unión Africana, que ha infligido duras derrotas a los shebab.