El vice primer ministro de Reino Unido y un cercano colaborador de Theresa May, Damian Green, renunció hoy, envuelto en un escándalo por tener pornografía «extrema» en su computadora cuando era legislador y por haber sido denunciado por una activista política por acoso sexual.

Green era el Primer Secretario del gobierno de May y como la premier no nombró a un vice primer ministro, el veterano conservador de 61 años pasó a ocupar de facto ese rol, que es mayormente simbólico y protocolar, pero demuestra su cercanía con la líder del Ejecutivo británico.

May y Green se conocen hace décadas. Estudiaron juntos en Oxford en los años 70 y entraron al Parlamento nacional el mismo año, 1997.

Cuando May asumió como premier en 2016, no dudó en convocarlo para su gabinete y una vez en ese lugar de poder comenzaron a conocerse algunos cuestiones de su vida privada que contradecían con el código de ética de los funcionarios y legisladores británicos.

«Acepto que debería haber sido claro en mis declaraciones de prensa sobre que los abogados de la policía hablaron con mi abogado en 2008 sobre la pornografía en las computadoras y que la policía me lo dijo en una posterior llamada telefónica en 2013. Pido perdón porque mis declaraciones desinformaron en este sentido», escribió Green en la carta de renuncia que le presentó a May, según la cadena de noticias BBC.

En 2008, la policía estaba investigando la presunta filtración de documentos secretos de un funcionario a Green, por entonces un importante diputado conservador.

En el marco de ese proceso, revisaron una computadora de su oficina en el Parlamento y allí encontraron pornografía.

En ese momento, la policía no lo denunció porque no se trataba de un crimen. Pero un año después, la información se filtró y, desde entonces, Green, un hombre casado y con dos hijos, acusó al jefe de ese operativo de querer difamarlo.

El caso volvió a resurgir ya con Green en el gobierno cuando la ex periodista y reconocida activista de la campaña contra el Brexit, Kate Maltby, lo denunció por acoso sexual.
May ordenó una investigación y la conclusión fue que la denuncia era «plausible».

«Lamento profundamente -continuó Green en su carta de renuncia- el malestar que le causé a Kate Maltby después de su artículo sobre mi y la reacción que provocó. No reconocí los eventos que ella describió en su artículo, pero claramente la hice sentir incómoda y, por eso, le pido perdón».

Según denunció Maltby, un activista de 31 años, el funcionario le tocó la rodilla «como coqueteando» en un bar en 2015 y, al año siguiente, le mandó un mensaje de texto «sugerente», que la hizo sentir «incómoda, avergonzada y profesionalmente comprometida».

La de Green es la segunda renuncia por una denuncia de acoso sexual en el gobierno de May en menos de dos meses.

A principios del mes pasado, el entonces ministro de Defensa Michael Fallon dimitió luego que la periodista Julia Hartley-Brewer lo denunciara por acoso sexual.