Sorprendente e interesante el resultado de las elecciones en España de este domingo. Todo el mundo daba por hecho el triunfo de la derecha (con una propuesta antifeminista, antiinmigrantes, de ultranacionalismo español ante los reclamos independentistas y autonomistas de las nacionalidades no castellanas, y contrario a las leyes laborales y previsionales sancionadas durante el gobierno de Sánchez), pero si bien el Partido Popular (PP) sacó más votos y bancas en la Cámara de Diputados que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) (136 bancas contra 122 bancas del PSOE), se necesita una mayoría de 175 diputados/as en la Cámara de Diputados para poder elegir al Presidente/a.

Los números ya no le dan al PP. El desenlace es visto como una gran victoria del campo popular y de las nacionalidades autónomas de España, por el sólo hecho de evitar lo que se daba como una segura victoria de la derecha.

Ahora se abre un nuevo período para “formar gobierno». Para ello tiene que crear una alianza que logre proponer un candidato para que sea votado a favor o en contra por la Cámara de Diputados de España, y obtener más votos a favor que en contra.

Todo indica que el PP no puede en modo alguno formar una alianza que logre ese voto favorable de la Cámara de Diputados, pero tampoco al PSOE (Pedro Sánchez) le alcanza con sus actuales aliados (la izquierda unida en el frente Sumar y cuatro partidos nacionalistas vascos, gallegos y catalanes) y sólo podría llegar a la mayoría si logra el apoyo de los independentistas catalanes de Junts, el partido de Puigdemont, exiliado en Bélgica, que ya dijo que podrían apoyar a Sánchez pero «no a cambio de nada».

Entonces, en España podría producirse lo que se llama un «bloqueo», que es que ningún/a candidato/a, ni del PSOE, ni del PP, logre la mayoría y sea elegido presidente/a. Eso sería muy negativo y ya pasó en 2015/16 y 2019.

En caso de bloqueo, debe seguir en la Presidencia el actual presidente (Pedro Sánchez), pero muy debilitado porque debe gobernar sin la mayoría que le permita sancionar las leyes principales.

España tiene una forma de gobierno parlamentaria, ejerce el poder el partido o la alianza de partidos que logre mayoría en Diputados, es decir, que al menos 176 bancas en una primera votación apoyan una candidatura.

Desde 1982, el PSOE y el PP ocuparon alternativamente el Gobierno, con mayoría absoluta o con el apoyo externo de otros grupos políticos menores, y con el otro partido como principal opositor.

En diálogo con Conclusión, Pepe Robles, analista internacional, comentó que «esto no está definido para nada y podría resolverse en días, meses o años, es un momento complicado políticamente hablando para España, que se debate entre continuar con un modelo monárquico o evolucionar hacia un estado republicano, con opiniones diversas».

«Junts podría pedir la independencia catalana en base a su apoyo a Sánchez», informó.

«Los demás países también están expectantes de esto, ya que es uno de los principales miembros de la Unión Europea, que se encuentra en plena tensión contra Rusia por la guerra en Ucrania», añadió.