La senadora de Bolivia Jeanine Áñez había anunciado una sesión en el Congreso a las 16 de este martes  con el fin de «aprobar la renuncia de Evo Morales», pero el encuentro no pudo avanzar por falta de quórum, mientras manifestantes protestan en las calles de La Paz.

Según estaba previsto, la idea era que el Parlamento no sólo aborde la renuncia de Morales, sino también la del vicepresidente del país, Álvaro García Linera, pero la cuestión quedó pendiente ya que la sesión no pudo avanzar por falta de quórum, debido a la ausencia de los diputados del Movimiento Al Socialismo, el partido del ex mandatario Evo Morales.

Por este motivo se convocó a una nueva reunión que tendría lugar este miércoles, mientras la policía y el ejército boliviano realizan un gran despliegue en las calles de La Paz.

Minutos antes de que comience la sesión y mientras los simpatizantes de Morales salían a las calles a repudiar el golpe de Estado que sufrió el ex mandatario, Añez -quien podría quedar como presidente interina del país- anunció que tanto el oficialismo como la oposición se comprometieron a asistir al Congreso.

Además, indicó que otro de los objetivo de la sesión era «elegir a la cabeza de Estado”.

En un breve diálogo con los medios, la senadora negó que la situación de Bolivia se trate de un golpe de Estado y anunció que “los plazos serán los más breves posibles” y que éste es “un momento de transición”.

Mientras tanto, en una próxima sesión del Congreso, que tendría lugar este miércoles, Áñez Chávez podría asumir la presidencia de forma transitoria por ser la segunda vicepresidenta del Senado, después de la dimisión de la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, también perteneciente al partido de Morales.