La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, aseguró este viernes que pedirá formalmente al gobierno británico las competencias necesarias para organizar un segundo referendo de independencia después de las elecciones generales del próximo 12 de diciembre.

«Si los escoceses demuestran el deseo, como creo que lo harán en estas elecciones, de un referendo de independencia, entonces no creo que la oposición de Westminster, en forma de principio o respecto al calendario, resulte sostenible», dijo Sturgeon en un acto preelectoral celebrado en Edimburgo.

Además, la líder nacionalista escocesa señaló que cree que si es el Partido Laborista el que gana los comicios, no se opondrá a que su ejecutivo pueda convocar la consulta.

De este modo, precisó, enviará una carta «antes de Navidad» al próximo primer ministro para solicitarle formalmente los poderes recogidos en la llamada «Sección 30», que concederían al Parlamento escocés las competencias necesarias para organizar el plebiscito.

A su entender, existe «un gran apetito» para que se celebre un segundo referéndum de independencia el año que viene, después del que tuvo lugar en 2014, en que 5% apoyó permanecer en el Reino Unido.

Sturgeon destacó que un buen resultado de su formación, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), se interpretará como un respaldo en favor del plebiscito, por lo que instó a los votantes a apoyarlo «para asegurarse de que se escuche la voz de Escocia», según reprodujo la agencia de noticias EFE.

Los conservadores, liderados por el primer ministro, Boris Johnson, ya anticiparon que no darán su autorización a un nuevo referendo, mientras el Partido Laborista, principal fuerza de la oposición, no fijó una posición clara, aunque también es contrario a la independencia de Escocia.

«Todo el mundo sabe que va a haber un referendo de independencia; los partidos de la oposición pueden no aceptar este planteamiento en público, pero lo saben y todo el mundo lo sabe», destacó Sturgeon.

Si bien Sturgeon se reunió la semana pasada con el líder laborista, Jeremy Corbyn, aclaró que no discutieron la cuestión de la independencia, sino que únicamente abordaron la posible salida de la Unión Europea (UE).

«Las conversaciones que he mantenido con Jeremy Corbyn en los últimos meses han versado globalmente sobre el Brexit y las tácticas en la Cámara de los Comunes», precisó.

Desde la victoria del Brexit en 2016, el SNP prometió la celebración de un nuevo referendo al considerar que Escocia votó mayoritariamente por quedarse en la UE y que una salida cambia el escenario sobre el que se votó, en contra de la secesión, hace cinco años.

Las encuestas pronostican que el partido de Sturgeon, que actualmente es la tercera fuera en el Parlamento británico con 35 diputados, ganará en Escocia y podría obtener incluso 50 de los 59 escaños reservados a las circunscripciones de esta región.