El barco Open Arms, anclado con 107 migrantes a bordo en el puerto italiano de Lampedusa, respondió que no puede viajar con ellos al español de Algeciras, ofrecido hoy por el Gobierno de España ante los pedidos desesperados de la ONG humanitaria responsable de la nave.

«He indicado que se habilite el puerto de Algeciras para recibir al Open Arms. España siempre actúa ante emergencias humanitarias», anunció el jefe del Gobierno español Pedro Sánchez en su cuenta de Twitter.

«Es necesario establecer una solución europea, ordenada y solidaria, liderando el reto migratorio con los valores de progreso y humanismo de la Unión Europea» (UE), subrayó.

Sin embargo, el Open Arms rechazó de inmediato la oferta, que parece haber llegado demasiado tarde. 

«No podemos aceptar la oferta del gobierno español para viajar hasta España porque esto supondría seis días de navegación con todas estas personas y en este momento la situación es completamente insostenible. Estamos en estado de emergencia humanitaria abordo «, explicó Laura Lanuza, vocera de la ONG Proactiva Open Arms, dueña del barco homónimo. 

El barco humanitario rescató a más de 130 personas el 1 de agosto cuando intentaban cruzar el mar Mediterráneo en embarcaciones precarias desde el norte de África al sur de Europa en condiciones muy peligrosas. 

Desde entonces intenta conseguir autorización para atracar en un puerto europeo y como no lo consiguió decidió dirigirse a Lampedusa, el punto de llegada más próximo, donde hace 17 días enfrenta la tajante negativa del gobierno italiano a permitir el desembarco de los migrantes rescatados. 

La situación es tan difícil hoy a bordo del barco que cuatro migrantes saltaron al agua y comenzaron a nadar, desesperados por pisar finalmente tierra. 

«Todos fueron rescatados por los socorristas y llevados de vuelta a bordo», apuntó Lanuza.

«Esta situación ha creado tanto crisis de ansiedad a bordo como peleas, ha habido momentos bastante difíciles. La situación a bordo es insostenible», agregó la vocera de la ONG española.

Ayer el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, líder del partido de extrema derecha la Liga del Norte, permitió el desembarco de 27 menores de edad no acompañados, pero aclaró que lo hacia «en contra» de su voluntad y a pedido del primer ministro, Giuseppe Conte.

La política Salvini contraria a aceptar el ingreso de emigrantes refugiados fue uno de los motivos de la ruptura de la coalición de gobierno en Italia, formada por la Liga del Norte y el Movimiento Cinco Estrellas.

Pese a que la ONG española descartó la posibilidad de viajar al puerto de Algeciras, Salvini festejó la oferta de España y la presentó como un logro propio.

«España abre sus puertos a los inmigrantes de la ONG Open Arms. ¡Bien! El que la sigue la consigue», publicó en su cuenta de Facebook, mientras que en un video transmitido en directo se mostró orgulloso de haber «mantenido la cabeza muy alta» a lo largo de las más de dos semanas de pedidos para que se aceptara el desembarco de los emigrantes en Lampedusa, apuntó la agencia de noticias EFE.

Salvini ratificó que rechaza todos los tipos de desembarcos de migrantes y refugiados que son rescatados en mar abierto, aún los que se autorizan por razones humanitarias como porque son «falsos enfermos», «falsos menores».

«Llegan a tierra y cuando les preguntan quiénes son mayores de 18 años casi la mitad levantan la mano», afirmó Salvini al jactarse de que «otro ministro habría cedido» a las presiones por permitir el desembarco del Open Arms.