El Gobierno de Haití declaró el estado de emergencia y dispuso un toque de queda de 72 horas, que rige desde este lunes hasta el miércoles próximo de 18 a 5, después de que bandas criminales provocaran la fuga de más de 3.000 reos de una cárcel ubicada en la región denominada departamento del Oeste.

Tras la toma de la principal penitenciaría de ese país caribeño, el Gobierno expuso que la medida adoptada tiene el fin de «restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación».

La medida no afecta a personal de la fuerza pública que se encuentra en servicio como los bomberos, los conductores de ambulancias, personal sanitario y periodistas debidamente identificados.

«Las fuerzas del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para que se respete el alto el fuego y detener a los infractores», agrega la nota firmada por el primer ministro interino Patrick Michel Boivert.

Según consignó Carlos Aznarezel del portal de la cadena Telesur, el toque de queda en el departamento del Oeste se debe al incremento de la violencia y enfrentamientos entre la Policía y pandillas principalmente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.

Según el texto el aumento de la violencia e inseguridad en la región capital se caracteriza por hechos criminales cada vez más violentos perpetrados por las bandas armadas que han provocado desplazamientos masivos de población.

Entre los actos criminales destacan los secuestros, asesinatos de ciudadanos, violencia contra mujeres y niños, saqueos y robos de bienes públicos y privados.

El comunicado reza que los ataques contra las dos mayores cárceles del país, La Capitale y Croix des Bouquets, causantes de muertos y la fuga masiva de peligrosos prisioneros «ponen en peligro la seguridad nacional».

Desde el jueves pasado se registra una violencia sin precedentes en Haití marcada por el aumento del número de enfrentamientos entre la Policía y las pandillas armadas, la intensificación de los tiroteos en los barrios y el incremento del número de muertos y heridos.