La escasez de datos sobre la raza y la etnicidad de las personas detenidas o abatidas por la policía en muchos países, incluido Estados Unidos, presenta una gran barrera para luchar contra el racismo sistémico, informó la cadena internacional televisiva France 24.

Después del asesinato de mayo de 2020 de George Floyd, un hombre afroestadounidense desarmado de 46 años de edad, en Minneapolis por un oficial policial blanco de Estados Unidos, un grupo de expertos de la ONU dijo que resultaba «clave el hecho de dar visibilidad» al racismo sistémico en todo el mundo.

En Estados Unidos no existe un sistema centralizado para recopilar estadísticas de más de 18.000 agencias de aplicación de la ley, informó la cadena de propiedad estatal France 24, citando a la ONU.

Sin embargo, según Collette Flanagan, quien fundó la organización Madres contra la Brutalidad Policial después de que su hijo Clinton Allen fuera abatido por agentes policiales en Dallas, Texas, en 2013, una persona de raza negra tenía «2,5 veces más probabilidades de ser abatido a tiros» por la policía en Estados Unidos.

Su hijo estaba desarmado, pero el oficial blanco que le disparó siete veces «percibió a mi hijo como una amenaza», dijo a los expertos de la ONU. Y el oficial escapó de todas las responsabilidades penales y civiles por asesinar a su hijo.

Es una «necesidad crucial tomar, analizar, usar y publicar datos, desglosados por raza u origen étnico», dijo Yvonne Mokgoro, una ex jueza sudafricana que encabeza el grupo de expertos de la ONU.

En su opinión, la discriminación racial y el uso excesivo de la fuerza durante y después de las interacciones con los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y el sistema de justicia penal son reportados, pero los casos no se muestran en las estadísticas oficiales.

Es «un primer paso esencial para destacar la magnitud del racismo sistémico contra los africanos y las personas de ascendencia africana», agregó.