Estados Unidos incluyó a 28 organizaciones chinas -entre ellas algunas de las principales startups de inteligencia artificial (IA)- en la «lista negra» (Lista de Entidades) de comercio, que les impide comprar suministros estadounidenses, tres días antes de que ambos países retomen el diálogo por los desacuerdos comerciales.

La decisión, publicada anoche, apunta contra 20 oficinas de seguridad pública y ocho empresas, entre ellas la reconocida firma de videovigilancia Hikvision y las líderes en tecnología de reconocimiento facial SenseTime y Megvii Technology.

Estas organizaciones y empresas están implicadas en «la campaña de represión, detención arbitraria masiva y vigilancia de alta tecnología de China contra uigures, kazajos y otros miembros de grupos minoritarios musulmanes», justificó el Departamento de Comercio norteamericano en un comunicado.

«El gobierno y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos no pueden tolerar y no tolerarán la brutal represión de las minorías étnicas en China», argumentó el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, citado por la prensa local.

Por su parte, Beijing cuestionó la medida y consideró que «no existe tal cosa como los llamados ‘problemas de derechos humanos’, como alega Estados Unidos».

«Estas acusaciones no son más que una excusa para que Estados Unidos interfiera deliberadamente en los asuntos internos de China», afirmó esta mañana el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, citado por la BBC.

Las firmas que figuran en la Lista de Entidades necesitan un permiso especial, otorgado por la Casa Blanca, para comprar productos fabricados por compañías estadounidenses.

Esto supone en los hechos una prohibición paralizante para aquellas empresas que tienen cadenas de producción internacionalizadas, como suele suceder con las tecnológicas.

En mayo pasado Washington había incluido en esa lista a la gigante de las telecomunicaciones Huawei, que integra en sus smartphones un 30 por ciento de componentes estadounidenses, en una decisión que intentó romper su cadena de producción pero que significó también un fuerte daño financiero en las cuentas de las proveedores norteamericanas.

Entre las empresas incluidas ayer a la lista negra están Hickvisión, una de las mayores fabricantes mundial de equipos de videovigilancia y que está valuada en 42 mil millones de dólares, según describió este martes el Daily Telegraph.

También figura SenseTime, uno de los «unicornios» de IA más valiosos del mundo; Megvii, la empresa especializada en inteligencia artificial del gigante del comercio electrónico Alibaba; la firma de reconocimiento de voz iFlytek: el fabricante de equipos de vigilancia Dahua Technology; la empresa de recuperación de datos Xiamen Meiya Pico Information, la de reconocimiento facial Yitu Technology y Yixin Science and Technology Co.

Entre los organismos se destaca la Oficina de Seguridad Pública de la provincia de Xinjiang (donde habitan los uigures), además de otras 19 agencias gubernamentales más pequeñas.

Todas estas empresas desarrollan sus sistemas con IA, uno de los sectores que China desarrolla como política de estado prioritaria, aunque en gran medida usan componentes fabricados en otros países, como los procesadores, una industria dominada por Estados Unidos.

Ante el panorama de limitaciones comerciales impuesto por Washington, China apuró los pasos para construir una industria de desarrollos de chips que le permitan a sus empresas ser autosufcientes.

Estados Unidos y China tienen previsto retomar el próximo jueves las conversaciones de alto nivel para tratar de rebajar las tensiones comerciales.

«Ambas partes tratarán de avanzar sobre las negociaciones entre funcionarios de menor rango de las pasadas semanas. Los temas de discusión incluirán la transferencia forzada de tecnología, los derechos de protección intelectual, servicios, barreras no arancelarias y garantías», se indicó ayer en un comunicado oficial.