El conferencista y analista político mexicano, Alfredo Jalife-Rahme, especializado en economía y globlalización, expuso en las últimas horas su análisis de lo ocurrido el pasado 6 de enero en Estados Unidos, donde -apunta- no solo se reflejaron a la vista de todos las fracturas internas de demócratas y republicanos, sino también las tramas de poder que encierran las fuerzas del GAFAM (Google/Apple/Facebook/Amazon/Microsoft).

Según aseveró Jalife-Rahme en Kontrainfo, EEUU nunca ha sido una democracia, salvo para sus propagandistas maniqueos. Hoy impera en ese territorio una mezcla de plutocracia, bancocracia y cibercracia. El escenario encierra una incógnita que pronto abandonará el signo de interrogación y pasará a ser una política de Estado: La probabilidad de que el nuevo presidente, Joe Biden, tras asumir busque unificar al país mediante una alzada belicista que concluya en nuevas guerras en las periferias de Rusia y China.

El mismo miércoles 6 de enero el analista político advirtió que en las dos elecciones senatoriales para el desempate en Georgia y la reunión del Congreso, bajo la batuta del vicepresidente Mike Pence, para validar los votos del controvertido Colegio Electoral se jugaba el destino de EEUU cuando se desató la batalla por la Presidencia de 2024, mientras los republicanos luchan por el alma de su partido y los WASP (White AngloSaxon Protestant: Blancos Protestantes Anglosajones) por su supervivencia.

Jalife-Rahme catalogó al histórico 6 de enero como la “revuelta de los WASP” y enumeró 4 situaciones que se dieron en medio de una insurrección de los blancos partidarios de Trump y su muy vaticinada insurgencia:

  • La neutralidad, para no decir animadversión, del Ejército;
  • La demostración de fuerza de la cibercracia del GAFAM (Google/Apple/Facebook/Amazon/Microsoft) y su ominoso totalitarismo digitálico, que se dio el lujo de boicotear al presidente en funciones, pisoteando la Primera Enmienda de la supuesta sacrosanta Constitución;
  • La hostilidad de los partidarios de Trump contra los propagandistas mediáticos, cuando los WASP de Trump destruyeron las cámaras de filmación de las cadenas de televisión;
  • El alza antigravitatoria de la Bolsa de Valores, mientras se desgarraba el país.

Al momento de hacer foco en el plano electoral, el 6 de enero resultó un rotundo fracaso para Trump, ya que el Partido Republicano perdió los dos asientos senatoriales en disputa en el relevante estado de Georgia —que en el Colegio Electoral cuenta con solo 16 votos—, sumamente estratégico y que en el pasado había sido asiento de una revuelta de los Confederados cuya bandera resultó ondeada durante el asalto de los partidarios de Trump al Congreso.

Tras este evento, el Senado se encuentra ahora empatado en número entre republicanos y demócratas y puede ser desempatado por el voto constitucional de la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, por lo que, de facto, el Senado pasa así bajo control del presidente Biden quien tendría así mayor margen de maniobra.

Para Jalife-Rahme, de esta manera se asienta una trifecta, donde el Partido Demócrata domina Presidencia, la Cámara de Representantes y el Senado, lo cual pone en tela de juicio su famoso “equilibrio de poderes” (checks and balances), que le ha otorgado estabilidad a un sistema hoy decrépito y disfuncional. A los republicanos les queda solo la mayoría de seis votos en la Suprema Corte, frente a tres de los demócratas.

Otro punto que destaca el analista es que hoy EEUU vive una gerontocracia de facto, que refleja la degradación de su sistema interno y externo: el próximo presidente católico Joe Biden cuenta con 78 años —al parecer padece déficit cognitivo, de acuerdo al médico de la Casa Blanca durante el mandato del presidente Obama—; la católica Nancy Pelosi tiene 80 años; y el saliente líder republicano bautista Mitchell McConnell ya cumplió 78 años.

Por primera vez en la historia de EEUU, con la salvedad de su Suprema Corte, prácticamente controlada por los WASP, sus principales poderes ejecutivo y legislativo no están controlados por los blancos, hoy partidarios de Trump, lo cual en sí representa toda una revolución interna.

Además, con la asombrosa derrota de los republicanos en Georgia, es probable que el demócrata israelí-neoyorquino de 70 años, Chuck Schumer, controle el Senado.

Trump pudo sortear todos los embates desde el primer día de su presidencia —donde resaltó un fallido primer impeachment (defenestración) por el fake russiagate (que ahora los demócratas buscan retomar con la preparación de un humillante segundo impeachment a 12 días de su salida)— debido a la resiliencia del Partido Republicano que, a juicio de Jalife-Rahme, se desmoronó el 6 de enero cuando empiezan a surgir nuevos liderazgos rebeldes para intentar controlar el todavía popular trumpismo, pero ahora sin Trump.

Un punto de vista que le interesa especialmente al analista es el del paleoconservador católico Pat Buchanan, connotado consultor de 3 expresidentes (Nixon/Ford/Reagan), expone la soledad valiente de Trump frente al Establishment, que hoy se puede equiparar al Deep State y que al final del día, al unísono de la cibercracia y Wall Street, sujetaron al presidente saliente que no tuvo más remedio que aceptar la transición ordenada, aunque no acuda en forma inusitada al juramento de Biden como presidente en funciones el 20 de enero.

Según apuntó el conferencista, tampoco fue sorpresa el alza antigravitatoria de la Bolsa de Valores, cuando era más que público el apoyo de los gigantes tecnológicos del GAFAM, los giga y megabancos de Wall Street, Hollywood, y hasta de la NBA, donde predomina la musculatura deportiva de los afro sin contar el apoyo del general James Mattis, defenestrado por Trump, quien se adhirió sin tapujos a Biden.

Ya un mes antes de las elecciones del 3 de noviembre, el jefe de las Fuerzas Armadas Conjuntas, general Mark Milley advirtió que el Ejército no intervendría en la disputa electoral.

Llamó profundamente la atención el público pronunciamiento unánime de los 10 exsecretarios vivientes de Defensa del Pentágono, quienes sentenciaron que involucrar a los militares en disputas electorales “cruzaría un territorio peligroso”.

Entre los 10 firmantes —Ashton Carter, Dick Cheney, William Cohen, Mark Esper, Robert Gates, Chuck Hagel, James Mattis, Leon Panetta, William Perry y Donald Rumsfeld— dos fueron defenestrados por Trump —James Mattis y Mark Esper— y otros dos, Dick Cheney y Donald Rumsfeld, conforman el núcleo duro de Baby Bush, quien llevó a la ruina militar a EEUU en Irak y Afganistán.

Jalife-Rahme señala que, con el apóstata Mitt Romney y el fallecido John McCain, constituye hoy la oposición interna al trumpismo, con o sin Trump, en el seno republicano lo representan Baby Bush, el apóstata Mitt Romney y la familia de John McCain.

El presidente saliente Trump se hizo de enemigos muy poderosos, quienes acabaron uniéndose en su contra.

Los 10 secretarios anti-Trump advierten a funcionarios civiles y militares —específicamente al secretario de Defensa en funciones, Christopher C. Miller, y sus subordinados— de no intervenir en el proceso de legitimación de Biden, ya que se harían responsables con, incluso, “castigos criminales” debido a las “graves consecuencias de sus actos sobre nuestra república” cuando los adversarios buscan tomar ventaja de la situación.

En un punto de su analisis, Jalife-Rahme se pregunta si se puede fracturar el Ejército de EEUU como reflejo de su segmentación étnica y señala que el Ejército de EEUU no es nada disímbolo de la taxonomía racista y religiosa que opera la Oficina del Censo y, en cuanto a los hombres se refiere, los blancos siguen constituyendo la aplastante mayoría con 70% de su composición, frente a 17,3% de latinos y casi 17% de afroestadunidenses. Resalta que ya los latinos, en su mayoría mexicanos, han superado en número a los afro.

«EEUU nunca ha sido una democracia, salvo para sus propagandistas maniqueos. Hoy impera una mezcla de plutocracia/bancocracia/cibercracia. Queda en el tintero la alta probabilidad de que Biden, con el fin de intentar unificar a su desgarrado país, se aventure a nuevas guerras en las periferias de Rusia y China», concluye el conferencista.

Fuente: KontraInfo