El presidente boliviano Evo Morales expresó este martes su esperanza de que el cómputo del referendo de reforma a la Constitución se revierta a su favor con los votos de poblaciones indígenas alejadas, y pueda postularse a una nueva reelección.

Sin embargo, al cabo del 79,07% del escrutinio oficial, el rechazo a la reforma que habilitaría una nueva reelección consecutiva obtenía 53,79% frente al 46,21% de apoyo, un a distancia de 7,58 puntos porcentuales difícil de revertir.

«Estoy viendo: si (en) este conteo rápido volcamos, va a ser con el voto de los movimientos sociales, especialmente con el voto del movimiento campesino, indígena y originaria», dijo Morales al aludir a un conteo paralelo rápido que las autoridades electorales realizan para fines internos.

En un acto público en la Casa de Gobierno en el que entregó recursos para obras sociales, el mandatario, de 56 años y de origen indígena, sostuvo que «los movimientos sociales (sindicatos) nunca nos han abandonado, especialmente el movimiento campesino-originario».

Los primeros conteos son usualmente de ciudades urbanas y los últimos de zonas rurales.

El gobernante alabó en su discurso la lealtad política y electoral de los indígenas en este último decenio: «Es un pacto de sangre, no vamos a abandonarnos», arengó.

Con la idea de esperar los resultados finales, el mandatario se abstuvo de referirse a una eventual derrota en las urnas, que sería la primera en casi 10 años en el poder.

Morales, el presidente que ha gobernado por más tiempo en la historia de Bolivia, llegó a la presidencia en 2006 tras arrollar a la derecha con el 54% de los votos. Revalidó el cargo con el 64% para el período 2010-2015 y volvió a ganar para la gestión 2015-2020 con el 61%.

Entre esos años también se realizaron varias consultas populares, como una referendo revocatorio y una reforma constitucional que resultaron en amplias victorias para el gobernante.

Foto: Javier Soriano.

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