Rusia, a través de la Fiscalía General de ese país, abrió una causa penal por “terrorismo internacional” por las explosiones ocurridas este lunes 26 de septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, según informó la Fiscalía General rusa.
«En virtud de indicios de un delito previsto en el párrafo 1 del artículo 361 del Código Penal (acto de terrorismo internacional), el Departamento de Investigación del FSB, […] ha iniciado un procedimiento penal. Se está llevando a cabo una investigación preliminar», señala la Fiscalía General rusa a través de un comunicado.
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Para la parte acusatoria, los daños que se produjeron en los gasoductos, –construidos entre Rusia y la Unión Europea–, “fueron hechos deliberados”. También señalaron que representa un «significativo perjuicio económico» a la Federación Rusa.
Las explosiones y desperfectos
El gasoducto Nord Stream 2, que conecta Rusia y Alemania y apuntaba a duplicar la capacidad de importación alemana, aunque aún no estaba en marcha, registra un escape de gas en el mar Báltico, apenas fuera de las aguas territoriales de Dinamarca.
Después de que la autoridad danesa del tráfico marítimo anunciara haber detectado una fuga de gas en el trazado de Nord Stream 2, su operador confirmó en un comunicado que la pérdida era efectivamente en el gasoducto submarino, mayoritariamente en manos del gigante ruso Gazprom.
Detectado a unos 20 kilómetros al sureste de la isla danesa de Bornholm, justo en el exterior de las aguas territoriales danesas, el escape es “peligroso para el tráfico marítimo», indicó la autoridad marítima de Dinamarca en una advertencia a los buques.
Por eso, prohibió la navegación “en un radio de cinco millas náuticas (unos 9 kilómetros) alrededor de la posición señalada», según reportó la agencia de noticias AFP.
