El papa Francisco descargó el «pase verde» sanitario italiano que permite a personas vacunadas o recuperadas del coronavirus sentarse en bares y restaurantes o participar de eventos en lugares cerrados o con riesgo de aglomeración.

Francisco, que ha apoyado la campaña de vacunación iniciada en Italia el 27 de diciembre de 2020, retomó la semana pasada las audiencias generales con público en el Vaticano, luego de la pausa estival de julio y tras la operación de colon a la que se sometió el pasado 4 de julio.

El pontífice, de 84 años, recibió en febrero la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, tras haber recibido la primera inoculación el 13 de enero.

El certificado, que se descarga al teléfono y ofrece un código Qr, es gratuito y estará al alcance de las personas que tengan al menos una dosis de vacuna contra el coronavirus, a quienes se hayan recuperado de la enfermedad en los últimos seis meses y a quienes se hagan un test con resultado negativo con un máximo de 48 horas de antigüedad.

Para las personas vacunadas, el «pase verde» tiene una validez de nueve meses desde la segunda dosis, mientras que en el caso de los recuperados la duración es de seis meses desde la recuperación.

El Vaticano, que suele acompañar las medidas sanitarias italianas, aún no informó si para la audiencia general de pasado mañana pedirá el «pase verde» a los fieles que quieran asistir al encuentro con el Papa en el Aula Pablo VI.