Fuerzas armadas intentaron impedir este miércoles el ingreso de la bancada de senadores del Movimiento al Socialismo (Mas), golpeando violentamente a varios, entre ellos la presidenta legítima del Senado, Adriana Salvatierra.

El grupo de senadores oficialista, que cuenta con mayoría en la cámara, intentó sesionar para poner en consideración y posiblemente rechazar las renuncias del presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera, pero la policía y el ejército boliviano no les permitieron ingresar.

La senadora Salvatierra, quien al ser presidenta del Senado se transforma en la primera en la línea sucesoria para asumir la presidencia transitoria del Estado Plurinacional –y no Jeanine Añez Chávez, como se autoproclamó ayer-, fue una de las que más sufrió la represión de las fuerzas armadas.

La confusión con la situación, que permitió a Añez Chávez asumir públicamente la presidencia transitoria tras la renuncia de Morales, se dio a raíz de que Salvatierra anunciara el domingo la renuncia a su banca en el Senado.

No obstante, desde el Mas aseguran que nunca presentó la renuncia por escrito ante el Pleno Camaral, como exige el reglamento, y que el anuncio se dio en un contexto de amenazas, por lo que no consideran sus palabras emitidas en aquel momento como válidas y, por ende, seguiría en condiciones de asumir sus funciones.

Una vez que logró ingresar a la cámara, Salvatierra denunció: “Han pretendido impedir el ingreso de parlamentarios y parlamentarios, y las mujeres han sido particularmente violentadas. Medios de comunicación bolivianos como La Razón denunciaron además que se utilizaron agentes químicos en la agresión.

Además, expuso que no existen garantías “para trabajar con tranquilidad” en sus tareas parlamentarias, y que lo sufrido en el ingreso “es una muestra de la violencia que están dispuestos a ejercer.

“Lo único que queremos es paz para los bolivianos. Esa paz no puede garantizarse si no existe la garantía para los parlamentarios y toda la comunidad. Antes de que salgan las Fuerzas Armadas a las calles prefiero retirar mi presencia al frente del estado, y eso tiene que ponerse a consideración en la asamblea legislativa. Lo único que queremos es la garantía de que nos dejen acceder a nuestra fuente laboral que es la asamblea legislativa”, continuó la presidenta del Senado.

Mientras tanto, en el Palacio de Gobierno en La Paz, capital boliviana, la autoproclamada presidenta Añez Chávez posesionó al nuevo Alto Mando Militar, designando al general Carlos Orellana Centellas como nuevo comandante de las fuerzas armadas, a Pablo Guerra Camacho como jefe de Estado Mayor, a Iván Patricio Inchauste del Ejército, a Ciro Álvarez Guzmán de la Fuerza Aérea y a Moisés Mejía Heredia de la Armada.