La norteña Galicia será la primera región de España en entrar el próximo lunes en la etapa de convivencia con el coronavirus, denominada «nueva normalidad», dejando atrás el estado de alarma que seguirá rigiendo en el resto del país hasta el 21 de junio.

Así lo anunció el presidente regional, el conservador Alberto Núñez Feijóo, y confirmó después el Ministro de Sanidad español, Salvador Illa, quien puso a Galicia como ejemplo de que el Gobierno central hizo un buen trabajo al lograr controlar el brote local de coronavirus.

A pesar de abandonar el estado de alarma, el Gobierno gallego mantendrá una serie de restricciones, como la limitación en un 80% la ocupación en los comercios y la hostelería, o en zonas exteriores de bares y restaurantes.

«La situación sanitaria será de máximo riesgo durante meses, semestres (…) la posibilidad de un rebrote es real», advirtió Feijóo, líder moderado del derechista Partido Popular (PP), quien aspira a revalidar su cargo en elecciones previstas para
el 12 de julio.

Reabren pasos fronterizos

Galicia también será pionera al permitir la reapertura de los pasos fronterizos de la región con Portugal.

La otra excepción a la norma a partir del lunes serán las Islas Baleares, pero en este caso se trata de un proyecto piloto que pondrá en marcha un «corredor turístico» que conectará con aeropuertos alemanes, teniendo en cuenta que tanto el origen como el destino se encuentran en la misma situación epidemiológica respecto a la Covid-19.

A una semana de que se levante el estado de alarma que impuso un estricto confinamiento a la población desde el 14 de marzo para controlar el brote local de coronavirus, más del 70% de España avanzará la próxima semana a la Fase 3 del plan de desconfinamiento.

Otras regiones de España

La Comunidad de Madrid y la ciudad de Barcelona, más afectadas por el coronavirus, así como Lérida en Cataluña, y parte de Castilla y León, permanecerán en fase 2 y saltarán directamente a la «nueva normalidad» el 21 de junio.

A partir de ese momento, la población tendrá libertad de movimiento, y la posibilidad de aplicar un «confinamiento» solo sería posible ante un rebrote en el caso de «grupos concretos», no a nivel territorial, explicó hoy el Ministro de Sanidad.

En la fase 3 están permitidas las reuniones de hasta 20 personas, ya no hay limitación en cuanto a franjas horarias, y se permite la apertura de las zonas comunes de centros comerciales a un 50% de ocupación y el 75% en las zonas exteriores de bares y restaurantes, así como la apertura de boliches.

Con el virus bajo control -se detectan en torno a 100 casos al día, 242.000 casos en total, y la cifra de muertes está estancada en las 27.136 personas- España se prepara para recibir a los primeros turistas a partir del 1 de julio con el desafío de detectar de forma precoz los casos «importados» para evitar un brote descontrolado.

Casos importados

Hasta el momento, desde el 11 de mayo, España detectó 104 casos importados.

Se trata de personas residentes o que trabajan en España, con trabajo transfronterizo o con cargos en la diplomacia u organismos internacionales.

Actualmente estas personas tienen que cumplir con 14 días de «cuarentena», pero esta medida se levantará el 1 de julio, cuando España se abra a recibir sin restricción a los primeros turistas procedentes de la

Unión Europea (UE).

El Gobierno subrayó la importancia de que la detección de los nuevos casos se haga de forma precoz, aunque no definió un «criterio común» para definir un rebrote, ya que no será lo mismo si ocurre en una zona rural o en una ciudad.

Por el momento, el Ministerio de Sanidad se encarga de tomar la temperatura y seguir a los viajeros que llegan a España, pero se busca «automatizar» el sistema con cámaras térmicas y formularios que agilicen el proceso, así como el seguimiento de los nuevos casos.