El gobierno de facto de Bolivia puso en marcha hoy un Centro Especializado Antiterrorista (CEAT), destinado a evitar la formación de «grupos subversivos», que fue creado luego de que aseguraran confirmar la presencia de una célula en Santa Cruz, con la identificación de tres miembros de grupos irregulares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Así lo explicó el comandante de la Policía boliviana, Rodolfo Montero, al asegurar que la medida busca evitar que en Bolivia «se estén creando grupos subversivos».

El comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Miguel Mercado, informó que el CEAT, creado en las últimas horas, activó operaciones de inteligencia para identificar a elementos subversivos que pretenden generar violencia en Santa Cruz y en los nueve departamentos de Bolivia.

«Son 80 efectivos especializados que están capacitados para labores de inteligencia para detectar elementos que estén tratando de formar células terroristas en determinadas zonas, en algunos casos operarán como civiles para detectar a subversivos y en otros casos con uniformes y equipamientos adecuados», explicó a los periodistas.

Esa unidad, recordó Montero, fue creada luego de confirmar la presencia de una célula terrorista en Santa Cruz, con la identificación de tres miembros de grupos irregulares de las FARC.

Mercado apuntó que estos policías realizarán principalmente labores de inteligencia, para detectar si la supuesta célula terrorista se hubiera desplazado de Santa Cruz a la zona del Chapare, en el centro de Bolivia.

Esa zona cuenta con grupos de cocaleros que mantienen protestas contra el gobierno de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez, las pocas que siguen en el país tras cesar el resto de movilizaciones a favor del derrocado mandatario Morales en virtud de un acuerdo en una mesa de diálogo entre el Ejecutivo y una serie de organizaciones sociales.

El 13 de noviembre, la Policía informó de que había identificado a un argentino ex miembro de las FARC como parte de los grupos que defendieron a Morales en la ciudad de Montero, en Santa Cruz.

Cinco días después, Áñez canceló un viaje dentro del país por temor a un atentado, que atribuyó a un supuesto «grupo criminal» sin aportar más detalles.

La represión en Bolivia desde las elecciones del 20 de octubre pasado causó la muerte de 34 personas y heridas a más de 800, según la Defensoría del Pueblo.