El Capital One Financial, uno de los bancos más importantes radicados en Estados Unidos, anunció este lunes que un «hacker» había irrumpido en su sistema, con acceso a datos personales de millones de clientes de la entidad.

Se trata de uno de los robos de datos más grandes perpetrados a una firma de servicios financieros en el país norteamericano: los clientes «asaltados» fueron 106 millones.

La principal sospechosa es Paige Thompson, exingeniera de software en Seattle, de 33 años. Fue detenida por el FBI tras jactarse de haber sido la pirata informática responsable del hecho, en el sitio GitHub.

Capital One emitió un comunicado oficial en el que sostuvo que «un extraño» ingresó con autorización a su web y sustrayó información de millones de personas, las cuales habían adquirido o encargado productos relacionados con tarjetas de crédito bancarias. Es el quinto emisor de esos plásticos en Estados Unidos.

El hurto no afectó sólo a ciudadanos estadounidenses (100 millones), sinó también a casi seis millones de canadienses, según informó la entidad bancaria en el mismo documento.

Capital reveló a su vez que la penetración a su red fue entre el 12 de marzo y el 17 de julio de 2019, y que fue detectada y detenida recién el 19 de julio, por el aviso de un usuario de GitHub.

No obstante, consignó que «no se ha robado ningún número de cuenta de tarjeta de crédito o información para conectarse a cuentas bancarias», y que «99% de los números de seguridad social no se han visto comprometidos».

La información a la que se accedió corresponde tanto a clientes particulares como a pequeñas empresas, y va desde nombres, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, domicilios, códigos postales, fechas de nacimiento, e incluso declaraciones de ganancias.