El gobierno de Irlanda -sede europea de Facebook- anunció hoy que investiga la forma en que la red social maneja los datos que obtiene de las grabaciones de audio, después de que ayer la empresa reconociera que transcribe de forma manual conversaciones de los usuarios de Messenger.

«Ahora estamos buscando información detallada de Facebook sobre el procesamiento en cuestión y cómo Facebook cree que cumple tal procesamiento de datos» con la normativa europea, detalló hoy el Comisionado de Protección de Datos de Irlanda en un comunicado difundido por Euronews.

El organismo indicó que ya estaba investigando el procesamiento de datos personales obtenidos de transcripciones manuales por parte de Google, Apple y Microsoft que, al igual que la red social, tienen en Irlanda la base de sus operaciones para Europa.

La agencia Bloomberg reveló ayer que Facebook transcribía a través de contratistas externos los clips de audio de usuarios de su servicio de mensajería Messenger.

La empresa, que admitió realizar esa práctica y prometió que no seguirá haciéndolo, aclaró que las transcripciones se realizaban a personas que habían elegido que se transcribieran sus chats de audio, informó hoy el diario The Guardian.

Las escuchas y las transcripciones se hacían para mejorar los sistemas de inteligencia artificial, explicó la compañía tras conocerse la noticia.

Facebook enfrenta así una nueva investigación sobre la gestión de los datos de sus usuarios y se convierte en la cuarta compañía tecnológica en admitir que escucha y transcribe conversaciones de sus usuarios, como previamente hicieron Amazon, Google y Apple.

Bloomberg reveló en abril que Amazon tenía un equipo de miles de trabajadores en todo el mundo que escuchaban grabaciones hechas por el parlante inteligente Alexa.

En julio se filtraron a una canal de televisión de Bélgica más de 1.000 grabaciones de conversaciones privadas entre usuarios de Google Home (el parlante inteligente de la empresa del buscador), y la compañía admitió entonces que escuchaba y registraba a sus usuarios.

Apenas una semana después, The Guardian dio a conocer que Apple hacía lo mismo pero con grabaciones de Siri -su asistente virtual-, y la firma estadounidense prometió detener esa práctica.

Pese a que las empresas aseguran que estos procesos son clave para mejorar su software, funcionarios de países europeos y de los Estados Unidos consideran que estos mecanismos vulneran la privacidad de las personas.