Los partidos políticos italianos intensificaron hoy las negociaciones para encontrar al sucesor de Sergio Mattarella en la Presidencia, luego de tres votaciones consecutivas sin llegar a un nombre que consiga los dos tercios de los 1.009 «grandes electores», y con el objetivo de llegar a un «nombre compartido» a partir de mañana, cuando el piso bajará a la mayoría simple de 505 apoyos.

La sesión conjunta que reúne a 6 senadores vitalicios de designación presidencial, 321 senadores y 630 diputados elegidos en las elecciones de 2018 y 58 delegados enviados por las 20 regiones del país volvió hoy a dar una mayoría clara de votos en blanco, por tercer día consecutivo, sin que ningún dirigente llegue al piso de 673 para alcanzar la Presidencia.

Con 411 votos en blanco, la sorpresa de este miércoles la dieron los 126 que recibió Mattarella, quien termina su mandato el 3 de febrero y, pese a que repitió varias veces que no busca una reelección, sigue recibiendo apoyos de partidos de centro y centroizquierda que lo ven como una garantía para el país.

Mattarella, de 80 años, recibe hace días los pedidos de parte de un sector del oficialismo que busca convencerlo de que haga un «sacrificio» para continuar en el cargo al menos hasta las elecciones que, en marzo de 2023, renovarán al Parlamento.

Mañana, ese mismo Parlamento volverá a votar desde las 11 locales (7 de Argentina), con la incógnita sobre si habrá un refuerzo de las gestiones a Mattarella o si alguno de los dos grandes bloques llegará al recinto con un nombre que acumule las voluntades suficientes para romper la situación actual.

Desde la centroderecha, varias fuerzas apuntaron su respaldo al expresidente de Diputados, Guido Crosetto, propuesto por Hermanos de Italia de Giorgia Meloni pero que logró 114 votos, casi 50 más que los de la fuerza que lo candidateó.

Desde la centroizquierda, el líder del Partido Democrático, Enrico Letta, graficó a última hora del martes la preocupación que empieza a aparecer por un horizonte aún vacío de candidatos firmes: «Encerrémonos a pan y agua hasta que lleguemos a una solución compartida».

Las conversaciones durante todo la semana apuntan a la aparición de un nombre que pueda tener apoyos, al menos, de todas las fuerzas políticas que sostienen al premier Mario Draghi, que encabeza una coalición con toda la centroizquierda y toda la centroderecha a excepción de Hermanos de Italia.

Con vetos cruzados a diario entre los bloques de centroizquierda y centroderecha, el capítulo de los bloqueos tuvo hoy como protagonista a la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati.

Casellati, apoyada por la centroderecha, recibió hoy el rechazo explícito del centrista Movimiento Cinco Estrellas y también de exponentes del Partido Democrática e Italia Viva.

El rechazo del PD y aliados a los nombres de la centroderecha, esperable en este tramo de las negociaciones, tuvo como reacción espejo el veto explícito de parte de la Liga y del Movimiento Cinco Estrellas, dos de las fuerzas con mayor cantidad de electores, a la candidatura del actual premier Mario Draghi, impulsada por sectores del PD.

El argumento compartido por los líderes de las dos fuerzas, el expremier Giuseppe Conte y el senador Matteo Salvini, respectivamente, fue el mismo: que Draghi está haciendo demasiado bien su trabajo como para moverlo de la cabeza del Ejecutivo a la del Estado, de carácter mucho más protocolar.

La estrategia del premier es tratar de mostrar un «perfil político», luego de años de ser considerado un técnico, como reclaman muchas de las fuerzas de centro y centroderecha.

Con dos grandes bloques de centroizquierda y centroderecha virtualmente empatados en torno a los 450 «grandes electores» cada uno, la clave pasará por ver cómo las distintas fuerzas logran convencer a los cerca de 140 votantes de centro y de partidos pequeños que permanecen fuera del sistema de vetos cruzados de los partidos mayoritarios.

Las votaciones, coordinadas por el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, se harán una por día y se llama a los «grandes electores» en grupos de a 50 para evitar aglomeraciones.

Otras fuerzas de centroizquierda como el Partido Democrático han instalado al fundador de la comunidad católica de San Egidio, Andrea Riccardi, como «el perfil del presidente ideal», aunque por ahora no ha cosechado votos en las primeras tres votaciones.

También el expresidente de Diputados Pierferdinando Casini, que hoy obtuvo 52 votos, podría obtener apoyos amplios en la centroizquierda, que en las últimas horas actualizó sus redes sociales en busca de mostrar un perfil «político» que pueda cautivar al resto de las fuerzas.