La Comisión Interamericana de Derechos Humanos reclamó hoy a los gobiernos de la región adoptar las «medidas necesarias» para prevenir los actos de violencia contra las personas LGBTI bajo su juridiscción, que llegan inclusive al asesinato.
Esa Comisión, perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA), hizo el planteo luego de informarse un número amplio de agresiones, asesinatos, violencia sexual y discriminación contra miembros de esa comunidad en varios países latinoamericanos.
La CIDH hizo un recuento de hechos estremecedores y violentos contra hombres y mujeres LGTBI (lesbianas, gays, transgénero, bisexuales e intersexuales) en Chile, Perú, Argentina, México, El Salvador y Brasil.
El organismo lamentó la falta de visibilidad de estos hechos tanto en los registros de los gobiernos como en la prensa regional y sostuvo que, cuando este tipo de agresiones son condonadas o toleradas, se «reproduce» la violencia y «se alimentan los prejuicios».
La Comisión obtuvo información de que el primero de enero una pareja gay de la Ciudad de Porvenir, en Chile, fue agredida por dos hombres que le lanzaron una olla con agua hirviendo a uno de ellos y sumergieron en una tina con agua hirviendo al otro. Una de las víctimas del ataque, José David Muñoz Vargas, de 52 años, sufrió graves quemaduras en un 22% de su cuerpo, por lo que tuvo que ser ingresado en un hospital en la Ciudad de Santiago.
En Argentina, también ocurrieron hechos que llegaron a la CIDH: el joven gay Pablo Dell’Oso sufrió agresiones debido a su orientación sexual a la salida de un boliche de Villa Rumipal, de la provincia de Córdoba. que le dejaran inconsciente luego de salir de un club nocturno en la ciudad de Córdoba, Argentina.
Un ataque similar ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires, donde la activista trans Lara María Bertolini fue agredida bajo declaraciones discriminatorias, con una botella que le fracturó su cabeza mientras paseaba su mascota.
Ambos incidentes tuvieron lugar el 5 de enero de este año.
La CIDH encontró atentados de este tipo en todos los países de la región, por lo que hizo un llamamiento a los Estados Miembros de la OEA para que «adopten medidas urgentes y eficaces que garanticen la vida, seguridad, integridad personal y dignidad de las personas de orientación sexual, identidad de género, y diversidad corporal diversa, incluyendo leyes y políticas que promuevan un cambio cultural en las sociedades. Así como la investigación, juzgamiento y sanción de los responsables de dichos casos».
