Un nuevo informe de la ONU, difundido el viernes 20 de octubre, ha encontrado pruebas continuas de crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos cometidos por las autoridades rusas en Ucrania, incluidas torturas, violaciones y deportaciones de niños. Además, documenta ataques indiscriminados adicionales con armas explosivas, que provocaron muertes, heridos y destrucción y daños a bienes de carácter civil.

Según el informe de la Comisión de Investigación de la ONU, 24 personas, en su mayoría mujeres y niños, murieron en un ataque contra un bloque de apartamentos residenciales de varias plantas en Uman, una ciudad de la región de Cherkasy, en abril, y parte del edificio quedó inhabitable. Los comisionados hablaron con los residentes durante su reciente visita al país.

Nuevas pruebas, mismo patrón de tortura. Sus investigaciones también confirmaron conclusiones anteriores de que las autoridades rusas utilizaron la tortura de forma generalizada y sistemática en diversos tipos de centros de detención. Además, nuevas pruebas recopiladas en las regiones de Kherson y Zaporizhzhia encontraron que las autoridades rusas utilizaron el mismo patrón de tortura en áreas bajo su control, principalmente contra hombres sospechosos de pasar información a las autoridades ucranianas o apoyar a las fuerzas armadas ucranianas.

Los comisionados dijeron que sus entrevistas con víctimas y testigos revelaron «un profundo desprecio hacia la dignidad humana por parte de las autoridades rusas». Los testigos informaron de situaciones en las que se habían cometido torturas tan brutalmente que la víctima murió. Y demostraron que las violaciones y otros tipos de violencia sexual se cometían a menudo junto con actos adicionales de violencia, incluidas fuertes palizas, estrangulamiento, asfixia, cortes, disparos junto a la cabeza de la víctima y asesinatos intencionales.

En un caso, una mujer de 75 años que se quedó sola para proteger su propiedad fue violada y torturada por un soldado ruso que la golpeó en la cara, el pecho y las costillas y la estranguló mientras la interrogaba.

El soldado ordenó a la mujer que se desnudara y cuando ella se negó, le arrancó la ropa, le cortó el abdomen con un pequeño objeto punzante y la violó varias veces. La mujer también sufrió varias fracturas de costillas y dientes.

Estas experiencias traumáticas tienen consecuencias graves y de largo plazo para la salud física y mental de las víctimas, según el informe.

En cuanto a las deportaciones de niños, los comisionados investigaron más relatos de niños ucranianos transferidos a Rusia o a zonas ocupadas por Rusia en Ucrania. Concluyeron que, el traslado de 31 niños a Rusia en mayo de 2022 fue una deportación ilegal y, por tanto, un crimen de guerra.

Su informe también contiene tres casos en los que las investigaciones demostraron que las autoridades ucranianas cometieron violaciones de derechos humanos contra personas acusadas de colaborar con Rusia.

Subrayaron la importancia de la rendición de cuentas “con pleno respeto y cuidado de los derechos de las víctimas”.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU estableció la Comisión Independiente de Investigación sobre Ucrania en marzo de 2022, poco después del inicio de la invasión rusa a gran escala. El mandato fue prorrogado en abril por un año más. Además, resaltaron que los tres comisionados no son personal de la ONU y no reciben pago por su trabajo.