El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) anuló este miércoles una multa por 1.060 millones de euros que la Comisión Europea había aplicado al fabricante de microprocesadores estadounidense Intel por abuso de posición dominante.

El tribunal consideró en un comunicado que «el análisis realizado por la Comisión es incompleto» y no permite establecer que las prácticas de la empresa «puedan tener efecto anticompetitivo».

La Comisión había aplicado esa multa a Intel en 2009 por utilizar su posición dominante en el mercado europeo entre 2002 y 2007 para marginar a competidores, especialmente a AMD, mediante reducciones de precios «integral o parcialmente ocultas» acordadas a fabricantes de computadoras.

Al ser anunciada, esa multa por 1.060 millones de euros era la más elevada ya aplicada por órganos de la UE, aunque posteriormente resultó ampliamente superada por otras sanciones a gigantes tecnológicos.

Desde entonces, el caso recorrió todo el camino judicial europeo: el propio Tribunal General había respaldado esta multa en 2017, pero la máxima corte europea le exigió que revisara la decisión.

En el comunicado divulgado este miércoles, el TGUE señaló que «no se encuentra en posición de identificar el monto de la multa que se relaciona únicamente con las restricciones» señaladas en el proceso.

«Por esa causa, anula en su totalidad el artículo de la decisión (de la Comisión) que impone a Intel una multa de 1.060 millones de euros», indicó el Tribunal en el texto citado por la agencia de noticias AFP.

El proceso tiene ahora por delante un complejo camino de apelaciones que podría arrastrarse hasta una decisión final por una década más.

La multa más elevada aplicada hasta ahora por la justicia europea recayó en Google, que en 2018 recibió una sanción de 4.300 millones de euros por abuso de posición dominante de su sistema operativo para teléfonos celulares Android. Esta decisión está pendiente de una apelación.