La Nasa analiza hacer una perforación de diez kilómetros hacia abajo en el supervolcán Yellowstone, con el objetivo de «salvar» al mundo, pero eso podría hacer que el mismo entre en erupción prematuramente y hunda el hemisferio norte en un invierno nuclear.

Según aseguran los expertos, la idea es bombear grandes cantidades de agua a presión para enfriar la caldera, pero existe el peligro de que se genere electricidad a partir del vapor resultante, lo que podría causar un verdadero desastre natural.

El encargado del laboratorio de propulsión a chorro de la Nasa, Brian Wilcox, dijo a la BBC que aunque el costo de este proyecto se estima en 3.460 millones de dólares, podría ser una buena inversión si el volcán -que transmite 6 gigavatios de calor- se convierte en uan enorme instalación geotérmica.

La misma, en caso de lograrse, tendría la capacidad de suministrar electricidad a precios extremadamente competitivos de alrededor de 0,10 dólares por kilovatio hora. Según Wilcox, se podría «alimentar el área circundante durante un período de decenas de miles de años».

Además, la idea de la Nasa es prevenir una «futura erupción del supervolcán que devastaría a la humanidad». El mismo científico advierte que, no obstante, un pequeño error llevaría a la erupción de la caldera, lo que desencadenaría un «invierno volcánico prolongado» donde «las reservas de alimentos de todo el mundo durarían 74 días».

En este sentido, la Nasa está jugando con fuego, de manera abstracta pero también literal. Las consecuencias de una inesperada erupción no afectarían sólo al noroeste de América del Norte sino a todo el mundo.