La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), manifestó su preocupación por el aumento de consumidores de cannabis en Uruguay.

En el informe anual que corresponde al año 2020, el organismo detalla: “La Junta toma nota de los esfuerzos del Gobierno de Uruguay para vigilar y proporcionar información sobre la fabricación, distribución y consumo de cannabis con fines no médicos. Sin embargo, la Junta expresa preocupación por el aumento del consumo de cannabis como ha informado el Gobierno de Uruguay».

Según consignó la agencia rusa Sputnik, JIFE reitera en el informe que las medidas de legalización o las regulaciones que permiten el uso de cualquier sustancia controlada, incluido el cannabis, para fines no médicos son incompatibles con las obligaciones de los Estados Parte adheridas a la Convención sobre Drogas de 1961, que insta a limitar el uso de esas sustancias a fines medicinales y científicos.

Además la dependencia de la ONU hace un llamamiento a todos los estados “a que respeten sus obligaciones jurídicas internacionales en el desarrollo de sus políticas nacionales de control de drogas».

Según recuerda la Junta, en Uruguay existen tres vías para acceder a la compra de cannabis de forma legal: el cultivo doméstico, ser miembro de un club de cannabis y la compra en una farmacia registrada a tales fines.

En el informe se revela que los clubes de cannabis son los que más crecieron entre 2019 y 2020, en los que se registró una suba del 18 %, según los datos recogidos del Instituto de Regulación y Control del Cannabis de Uruguay.

Según los últimos datos, en el país sudamericano hay unas 53.400 personas autorizadas para acceder al mercado regulado de cannabis, un 7,5% más que el año anterior y que en su mayoría, 40.604 personas, lo hacen a través de las farmacias.

La JIFE aclara finalmente que quienes acceden al consumo de cannabis por vía legal representan una pequeña proporción de consumidores en ese país.