Los partidos opositores israelíes Yesh Atid y Yisrael Beitenu iniciaron hoy contactos para intentar formar Gobierno y sacar del poder al primer ministro, Benjamin Netanyahu, después de que las cuartas elecciones legislativas en dos años hayan dejado nuevamente un Parlamento fragmentado y sin mayorías claras.

Los resultados definitivos de las elecciones revelan que el Likud dispone de 30 escaños, seguido de Yesh Atid, encabezado por el principal rival de Netanyahu, Yair Lapid, con 17.

Te puede interesar: Más de la mitad de la población de Israel recibió las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus

Si ambos se unen a sus aliados considerados lógicos, sumarían cada uno unos 50 escaños del total de los 120 del Knéset, el parlamento israelí. Es decir, ninguno llegaría a los 61 necesarios para formar Gobierno

Los otros partidos que no tienen una postura clara, como Yamina y Raam, que se escindió de la Lista Árabe Conjunta, figuran como bisagra, lo que desecandenó en contactos con estas fuerzas para intentar acercar posturas.

Un portavoz de Yesh Atid, confirmó conversaciones entre el líder del partido, Lapid, y su homólogo de Yisrael Beiteni, Avigdor Lieberman, antes de agregar que acordaron seguir en contacto, según informó el diario The Times of Israel.

Lieberman afirmó antes de las elecciones que podría recomendar a Lapid para formar Gobierno, algo que también han hecho el Partido Laborista y Meretz, recordó la agencia de noticias Europa Press.

Por su parte, el líder de Azul y Blanco, Benjamin Gantz -antiguo aliado de Lapid-, dejó igualmente abierta la puerta a esta posibilidad.

Asimismo, el líder de Nueva Esperanza, Gideon Saar, quien fundó el partido en diciembre tras abandonar el Likud, se había mostrado en contra de esta opción, si bien tras la votación ha hablado con el líder de Yesh Atid y se mostraron de acuerdo a la hora de trabajar para sacar del poder a Netanyahu.

Por su parte, el líder de Yamina, Naftali Bennett, confirmó contactos con todos los partidos del espectro, a excepción de la Lista Conjunta y Raam, al tiempo que apostó por «una acción de principios para liberar a Israel del caos y permitir que vuelva a funcionar de forma adecuada cuanto antes».

Bennett, quien fue ministro de Netanyahu y quien figura como uno de sus principales opositores en el bloque derechista, hizo campaña contra ‘Bibi’, como se lo conoce al premier, y afirmó que se postulaba como primer ministro, cargo para el que empezó a sonar incluso al frente de una coalición de partidos opositores que incluye a formaciones izquierdistas como el Partido Laborista y Meretz.

En otro orden de cosas, los resultados electorales dejaron un parlamento con menos parlamentarias mujeres que la recientemente disuelta, quedando por debajo del 25 por ciento de la representación, en parte por el aumento del peso de los partidos ultraortodoxos que no llevan candidatas entre sus filas.

Así, los resultados definitivos muestran que 29 mujeres lograron alguno de los 120 escaños del Parlamento, un descenso respecto a las 32 de los anteriores comicios, según informó el diario israelí Haaretz.