El jefe de la policía de Hong Kong respondió a las críticas por la violenta actuación de la fuerza de seguridad durante las protestas que coincidieron con el 75 aniversario de la República Popular China, al asegurar que pese a que un joven resultó baleado en el pecho los agentes actuaron de forma «indudablemente legal y razonable».

De esta manera, el jefe de la Policía, Stephen Lo, defendió el accionar policial que provocó una lluvia de críticas por el uso de armas de fuego contra los manifestantes y en particular por la de uno de sus miembros que disparó a corta distancia al pecho de un estudiante de 18 años.

Por tal motivo, miles de estudiantes organizaron hoy una sentada para condenar el hecho.

El joven Tsang Chi-kin recibió un disparo en la parte superior izquierda del pecho durante un enfrentamiento entre manifestantes y agentes antidisturbios, y se encuentra ahora en condición estable, según informa hoy la prensa de Hong Kong.

Fuentes médicas del Hospital Queen Elizabeth, donde todavía está siendo tratado, aseguraron que el joven tenía la bala alojada en el pecho, a tres centímetros del corazón.

En un vídeo que circuló por redes sociales se ve cómo un policía le dispara a quemarropa en respuesta a un intento de agresión con un palo, lo que ha despertado indignación en toda la ex colonia británica y una de las regiones de «administración especial» bajo la soberanía de China.

«Un agente abrió fuego para tratar de salir de una situación que amenazaba su vida o la de sus compañeros. Tomó la decisión en un breve lapso de tiempo. Creo que fue la decisión correcta en ese momento, es legal y razonable», insistió Stephen Lo, citado por las agencias de noticias Europa Press y EFE.

Tsang fue uno de los al menos 104 heridos durante una jornada caótica en la ex colonia británica que además se saldó con 269 detenidos.

«Los desórdenes del 1 de octubre fueron planeados y organizados para que Hong Kong entrase en un estado de caos y pánico. Esto refleja que la naturaleza de todo este asunto ha cambiado», indicó hoy el portavoz del Gobierno en un comunicado.

Las protestas en Hong Kong se iniciaron a principios de junio, cuando se conoció la intención del Gobierno local de aplicar una ley de extradición de sospechosos reclamada por China.

Con el correr de las semanas, a la par del aumento de las movilizaciones y los disturbios, que causaron el arresto de 1.700 personas, las demandas también se fueron ampliando e incluyeron reclamos de mayor apertura democrática.