La policía parisina desalojó un campamento improvisado con 1.500 refugiados en el noreste de la capital francesa y trasladó a los migrantes a refugios provisionales a las afueras de París.

Según el periódico regional Le Parisien, el traslado insumió cerca de 50 autobuses. La policía no proporcionó más información acerca de la operación, indicó la agencia de noticias DPA.

En agosto ya se había vuelto a desalojar un campamento improvisado cerca de la estación de metro Stalingrad, en el noreste de París.

Desde el año pasado miles de refugiados viven en las calles de la ciudad, la mayoría africanos.

La medida se tomó solo diez días después de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunciara que la ciudad abrirá a mediados del mes que viene su primer campamento de refugiados.

El campamento, que acogerá inicialmente a unos 400 hombres, que se completará con otro para mujeres y niños antes de fin de año, estará localizado en un antiguo predio ferroviario en desuso de más de dos hectáreas de extensión y ubicado al norte de la capital francesa.

Desde junio de 2015, las autoridades han desmantelado más de 20 campamentos improvisados levantados en distintos puntos de París, trasladando a miles de personas a hostales para refugiados, hoteles y otros albergues temporales.

Muchos de los migrantes que llegan a Francia se dirigen a la ciudad portuaria de Calais, en las costas del Canal de la Mancha, desde donde esperan colarse en el Reino Unido en algunos de los camiones que cruzan por el Eurotúnel, o incluso subidos a los vagones de trenes.

El paupérrimo campamento de carpas ubicado a las afueras de Calais, conocido como «La jungla», es hogar de 7.000 migrantes, según cifras oficiales, aunque organizaciones humanitarias afirman que el número ya debe haber llegado a 10.000 luego de un reciente influjo.