La producción industrial de Brasil cayó 0,2% en julio respecto a junio, afectada por la marcada ralentización de la economía, según datos oficiales divulgados este martes a poco más de un mes de las inciertas elecciones presidenciales del 7 de octubre.

El resultado, anunciado por el instituto de estadísticas Ibge, es pese a todo mejor que la contracción de 1,2% prevista en promedio por 30 instituciones consultadas por el diario económico Valor.

La producción industrial sale de dos meses de espectaculares variaciones, con un desplome de 11% en mayo provocado por la huelga de camioneros que a fines de ese mes paralizó once días al país, seguido por un repunte de 12,9% en junio.

Respecto al mismo mes de 2017, julio tuvo un avance 4%; y en los primeros siete meses del año, la producción industrial registra un alza de 2,5% en comparación interanual.

Los expertos apuntan que en julio la industria se vio lastrada tanto por la debilidad del crecimiento económico como por las dificultades de Argentina, tercer socio comercial de Brasil e importante importador de productos manufacturados brasileños.

La huelga de camioneros contra el alza del diésel echó por tierra las expectativas de que la economía brasileña despegue con fuerza antes de las elecciones presidenciales de octubre, en las cuales hasta ahora ningún candidato de los preferidos por los inversores despunta con fuerza.

La expectativa del mercado es que la producción industrial aumente este año 2,43% y que el PIB brasileño crezca apenas 1,44%, según la última encuesta semanal Focus realizada por el Banco central.

En 2017, la producción industrial creció 2,5%, después de tres años de retroceso, y el PIB de la mayor nación latinoamericana tuvo una expansión de 1%, saliendo de dos años de recesión.

En los datos de julio respecto a junio (con revisión de factores estacionales), los sectores más afectados fueron los de bienes de capital (-6,2%) y los de consumo (-1,2%). La producción de bienes intermedios creció en cambio 1,2%.

Diez de los 26 ramos estudiados registraron tasas negativas y en particular el de automóviles, remolques y carrocerías (-4,5%) y el de productos alimentarios (-4,5%). Entre los que ampliaron su producción, figuran los productos químicos (+4,3%) y los equipos de transportes (+16,7%), recuperando algo de terreno tras la caída total de 24% en mayo y junio.