La Comisión Europea decidió hoy abrir procedimientos de infracción contra la República Checa, Hungría y Polonia por su negativa a aceptar migrantes que se encuentran en otros países de la Unión Europea (UE), en el marco del plan de reubicación adoptado en 2015.

El proceso de infracción se adoptará oficialmente mañana, explicó a la prensa el comisario de Interior de la UE, Dimitris Avramopoulos.

El procedimiento podría desembocar en una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y en multas económicas.

La Comisión Europea llamó repetidamente a los tres países a cumplir con la decisión de reubicar a 120.000 refugiados desde Grecia e Italia entre el resto de países del bloque en un plazo de dos años.

Esa decisión fue adoptada en 2015 con la posición en contra de Hungría, Eslovenia, la República Checa y Rumanía.

Hungría y Polonia no aceptaron a ningún solicitante de asilo, mientras que la República Checa únicamente recibió a 12 procedentes de Grecia.

«Déjenme ser claro: la implementacion de las decisiones del Consejo (Europeo) sobre reubicación es una obligación legal, no una opción», dijo Avramopoulos, citado por la agencia de noticias DPA.

Hungría y Eslovaquia ya llevaron el caso ante el TJUE y se espera una sentencia antes de fin de año. El comisario Avramopoulos está convencido de que la corte dará la razón a las autoridades europeas.

Antes de que hoy se anunciase el proceso de infracción, la República Checa dejó claro que no tiene previsto recibir a más refugiados en base al plan de reubicación de la UE.

Polonia, por su parte, criticó a la Comisión y aseguró que su decisión puede apartar al país de «la elaboración los compromisos políticos necesarios en política de refugiados».

Las medidas de la Comisión podrían profundizar la división dentro de la UE, advirtió el vice canciller polaco, Konrad Szymanski.

Según el informe mensual de la Comisión, desde el inicio del programa fueron reubicados un total de 20.869 personas desde Grecia e Italia, 2.000 de ellas el mes pasado.

El objetivo del plan es aliviar la presión en Grecia e Italia, los países que más personas recibieron durante la crisis de refugiados.