El Gobierno de Boris Johnson presentó este miércoles un proyecto de ley que modifica parte de sus compromisos asumidos bajo el acuerdo de Brexit, un hecho que el propio Ejecutivo admitió «viola el derecho internacional», y tensa aún más las negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE).

La normativa fue dada a conocer en un momento clave: esta semana tiene lugar en Londres la octava ronda de negociaciones entre británicos y europeos en busca del tratado de libre comercio que debe regir su futura relación económica a partir del 1° de enero, cuando la isla deje definitivamente el bloque, precisó la agencia de noticias AFP.

Concretamente, el proyecto sobre el mercado interno presentado este miércoles afectaría las normas aduaneras y comerciales posteriores al Brexit en Irlanda del Norte, lo que anula lo negociado previamente con Bruselas.

El texto tiene 54 páginas y en tres oportunidades menciona que los artículos van a tener efecto «a pesar de cualquier ley nacional o internacional relevante con la que puedan ser incompatibles o inconsistentes».

«Esta ley busca proteger los empleos, el crecimiento y garantizar la fluidez del comercio en todo el Reino Unido» al «asegurar la integridad del mercado interno», defendió el primer ministro Johnson frente a la Cámara de los Comunes antes de la presentación del proyecto.

Por el Tratado de Retirada si no hay acuerdo comercial entre Londres y Bruselas los productos que pasen a partir de 2021 de la isla de Gran Bretaña (Inglaterra, Gales y Escocia) a Irlanda del Norte podrían ser sometidos a aranceles y las empresas norirlandesas tendrían que rellenar declaraciones de aduanas para vender al resto del Reino Unido.

Se trata de un acuerdo internacional legalmente vinculante y modificar sus disposiciones «viola el derecho internacional» aunque de «una manera específica y limitada», reconoció ayer el ministro para Irlanda del Norte, Lewis Brandon.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por su parte, advirtió que el proyecto de ley impulsado por el Gobierno británico que revisa parcialmente sus compromisos de Brexit viola la «ley internacional».

«Muy preocupada por anuncio del Gobierno británico sobre sus intenciones de romper el Acuerdo de Retirada. Esto rompería la ley internacional y afecta la confianza», expresó Von der Leyen en Twitter.

La funcionaria añadió la frase latina «Pacta sunt servanda», un pilar de los acuerdos internacionales que tradicionalmente se interpreta como «los acuerdos deben ser mantenidos».

Los responsables europeos advirtieron que respetar lo firmado es una condición indispensable para avanzar en la actual negociación y el vicepresidente de la UE, Maros Sefcovic, afirmó que pedirá «lo antes posible» una reunión con representantes británicos para que «ofrezcan detalles y respondan a nuestras vivas inquietudes» sobre este proyecto de ley.

El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero, pero ambos pactaron un periodo de transición hasta fin de año, durante el cual Londres sigue cumpliendo con las normas del bloque pero sin tener voz en sus decisiones, para darse tiempo de alcanzar un acuerdo que regule el comercio entre ambos.

Las dos partes pretenden llegar a un acuerdo sobre el comercio y las relaciones futuras antes de la cumbre de líderes de la UE el 15 de octubre, de forma que el acuerdo pueda estar listo para cuando expire el período de transición del Brexit, el 31 de diciembre.

Si no hay un acuerdo comercial para el 1° de enero de 2021, el Reino Unido saldrá de la transición sin ese pacto y bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).