La Oficina Nacional de Auditoría británica consideró que los comerciantes no están listos para los controles en las fronteras y que queda poco tiempo para que los puertos prueben los nuevos sistemas informáticos.
En un comunicado, el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, apuntó que esa iniciativa "dañó seriamente la confianza" entre las partes y que "ahora le cabe al Gobierno británico restablecerla".
La normativa fue dada a conocer en un momento clave ya que esta semana tiene lugar en Londres la octava ronda de negociaciones entre británicos y europeos en busca del tratado de libre comercio que debe regir su futura relación económica a partir del 1° de enero, cuando la isla deje definitivamente el bloque.
La recomendación de su director, Andrew Bailey, surgió en medio del impacto que enfrentan los bancos por la pandemia del coronavirus en sus balances, con decenas de miles de millones de libras de préstamos que debieron otorgar a las empresas por disposición del gobierno, según destacó un medio británico.
Horas antes de que se concrete oficialmente el Brexit, las distintas instituciones de la Unión Europea retiraron las banderas británicas que flameaban en sus respectivas sedes.
El líder del Partido Conservador y primer ministro sufrió hoy una derrota histórica cuando la Corte Suprema dictaminó que violó la ley al suspender el Parlamento por cinco semanas hasta el 14 de octubre.
La crisis institucional británica ya entró en un calendario casi imposible dado que el Brexit tiene un plazo máximo por ley: el 31 de octubre. Tras la votación y la amenaza del premier de convocar a elecciones anticipadas, le respondió el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn.
Reunido en su oficina de la Cámara de los Comunes con parlamentarios de alto nivel, el laborista acordó centrarse en detener el "Brexit duro" mediante el uso de la legislación.
La perspectiva de un desplome de la libra esterlina parece que está poniendo nerviosos a los inversores otra vez.