El ministro británico encargado de negociar un convenio comercial con la Unión Europea (UE), Michael Gove, acusó hoy a Bruselas de «no tener intención de llegar a un acuerdo serio» y rebajó hoy aún más la posibilidad de un acercamiento antes del inicio de una semana clave en la negociación.

«La pelota está en el campo de la UE», declaró Gove en una entrevista realizada este domingo con el canal Sky News, donde acusó a Bruselas de haber sido incapaz de proporcionar un «texto legal detallado» y de falta de intención a la hora de «intensificar las conversaciones para llegar a un acuerdo serio».

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El Reino Unido dejó la UE el 31 de enero pasado, pero ambas partes acordaron un periodo de transición hasta fin de este año para darse tiempo para alcanzar un acuerdo de libre comercio.

Según el diagnóstico europeo, no se produjo ningún acercamiento desde que arrancaron los contactos en ninguno de los asuntos que separan a las partes y esta semana viajan nuevamente a Londres los negociadores.

Los europeos quieren seguir pescando como hasta ahora en las ricas aguas británicas tras el fin del periodo de transición pos-Brexit, el 31 de diciembre próximo, lo que Londres considera una exigencia injusta.

Esa cuestión junto a los subsidios estatales a empresas británicas y los sistemas de arbitraje, es uno de los principales escollos que impide avanzar en las negociaciones, ya que afecta la economía de países como Francia, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Alemania.

Gove acusó hoy a Bruselas de insistir en que Reino Unido «acepte un nivel de control sobre su autonomía que un país independiente realmente no puede admitir», según declaraciones que reprodujo la agencia de noticias Europa Press.

«Quiero un acuerdo (con la UE) pero es necesario que ambas partes se comprometan para que haya uno. La UE no lo está haciendo en este momento. Y si hay que decidir entre aceptar un trato en el que nuestras manos estén atadas, o dejar claro que estamos cumpliendo el mandato que nos dio el pueblo británico para recuperar el control, la idea es la de recuperar el control», afirmó el funcionario.

Si no hay un acuerdo para el 1 de enero de 2021, las relaciones económicas entre el Reino Unido y la UE estarán regidas bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Esto podría traer consecuencias catastróficas para las empresas británicas que tienen actividades en el resto de Europa y sería un duro golpe para una economía ya castigada por la pandemia de coronavirus.

El golpe sería también duro para varias economías de la UE, también muy afectadas actualmente por la segunda ola de contagios y la imposición de nuevas restricciones.