La ola masiva de desalojos que se vive en Estados Unidos podría convertirse en un derrumbe económico general, ya que la crisis se extiende más allá del sector y podría afectar «a todo el mercado de la vivienda familiar y a la economía en su conjunto».

Así lo advierte el economista especializado de LendingTree, Tendayi Kapfidze, quien aclaró que «esto podría ser catastrófico realmente», ya que se vislumbra la quiebra de varias compañías financieras en una situación similar a la que ocurrió en 2007.

En este contexto, una encuesta de Stout Risius Ross revela que «más del 40% de los inquilinos de todo el país están atrasados en el pago de la renta y corren el riesgo de recibir próximamente un aviso de desalojo«, por lo cual se deben tomar medidas inmediatas para evitar más de dos millones de desalojos en agosto y otros dos más en septiembre.

Al mismo tiempo, hay un número mucho más grande de familias que no pueden pagar su alquiler y hay 17.3 millones de hogares que deben una cifra cercana a los 21.550 millones de dólares, habiendo una probabilidad de desalojos de hasta 11.7 millones de hogares.

«Esto depende en parte de que no se renueve la moratoria para los desalojos decretada en algunos estados, de las cuales ya se venció el plazo en 30 estados, dado que se venció ya el mandato federal para la contención de los desalojos», agrega un artículo de la CNBC.

El estudio en cuestión diferencia también sus números según la raza, por lo que se determinó que «la mitad de los inquilinos blancos pueden mantener la renta al día, pero solo la cuarta parte de los inquilinos negros pueden decir lo mismo«.