El expresidente brasileño, Luiz Inácio «Lula» da Silva, cumple 72 años el viernes 27/10. El aniversario lo agarra en plena caravana política de cara a las elecciones presidenciales de 2018. Es que a pesar de haber sido condenado por corrupción y lavado de dinero a 9 años de prisión -sentencia que para ser efectiva debe ser ratificada en 2º instancia-, Lula asegura que va a ser presidente. Los sondeos lo dan como el claro favorito. Pero en los hechos, su participación en los comicios de 2018 está condicionada por la evolución de las causas judiciales que se le siguen por presuntos hechos de corrupción. Recientemente, Lula acusó al actual Presidente, Michel Temer, de pretender «privatizar» el país, en entrevista con diario El Mundo.

Su deseo de ser presidente por 3º vez lo llevó a recorrer el estado de Minas Gerais con su caravana política (previamente estuvo en el norte del país). Fue allí donde, entre otras, recibió la bendición de la india Benvina Pankararu, la misma que lo había bendecido antes de la campaña de 2002, la que lo llevó a ser electo por 1º vez. Así puede verse en una foto que el propio Lula subió en su cuenta de Twitter el 26/10.

«No moriré tranquilo sin demostrarle a mi familia y al pueblo que hay una persecución en mi contra», dijo alguna vez Lula, quien considera que su condena es una «farsa» ya que no hay «una sola prueba». Cree que la sentencia es «eminentemente política.» Pero así no lo cree el juez Sérgio Moro, encargado del caso Lava Jato (Operación Autolavado), el cual estalló a principios del 2014. Pero para remontarse al comienzo de esta historia, hay que ir hasta el 27/10/1945 en Caetés, Pernambuco, dónde del matrimonio entre Eurídice Ferreira de Melo y Aristides Inácio da Silva, nacía Luiz Inácio da Silva.

Un poco de historia

El menor de 7 hermanos, cuando tenía 11 años su familia se instaló en San Pablo y a los 12 comenzó a trabajar como limpiabotas en el centro de la ciudad más importante del país. También tuvo otros trabajos como vendedor ambulante de fruta y ayudante de tintorería. Combinó la primaria con sus trabajos, y cuando tenía 16 años hizo un curso de tornero mecánico en el Servicio Nacional de Industria. Después trabajó en la Fábrica de Tornillos Marte, donde obtuvo una beca para estudiar un curso de 3 años sobre metalurgia y en 1966 entró a las Industrias Villares, una de las principales metalúrgicas del país.

Por ese entonces el golpe de Estado que corrió del poder a Joäo Goulart e instaló a los militares con Ranieri Mazzilli, daba inicio a la dictadura militar, que se extendería del 1/4/1964 al 15/3/1985, cuando se reestableció la democracia de la mano de José Sarney.

La necesidad económica de los Silva, llevó a Lula a dejar el colegio en 5° grado y dedicarse de lleno al trabajo en la fábrica. Poco tenía que ver el joven oriundo de Caetés con la política, los partidos y el sindicalismo, sin embargo al trabajar en una fábrica metalúrgica estaba involuntariamente cercano a dicho ámbito. Decidió ingresar oficialemente luego de que su hermano, Frei Chico, miembro del Partido Comunista, fuera secuestrado y torturado por los militares en 1968. La participación de Lula de todas partes fue pasiva, lejos de ser parte de los enfrentamientos, él se dedicó a propagar las ideas del partido a través de la repartición de boletines políticos.

En 1969, el Sindicato de los Metalúrgicos de São Bernardo do Campo y Diadema eligió una nueva directiva, José (Frei Chico) fue electo secretario de área y Lula suplente. En la elección siguiente, en 1972, se convirtió en primer secretario, y ya en 1975, fue electo presidente del sindicato con el 92% de los votos.

En cuanto a su vida personal, Lula se casó por primera vez en 1969 con Maria de Lurdes da Silva, matrimonio que duró hasta el ’71, cuando se juntó con Miriam Cordeiro. La pareja se mantuvo unida hasta el ’74, cuando Lula se casó con Marisa Letícia. Con ella crió 5 hijos, 4 nacidos del matrimonio y uno del primer matrimonio de su mujer. Marisa Letícia murió el 3/2/2017, tras haber estado unos días en un coma inducido por haber sufrido el 24/1 un derrame cerebral. Recientemente, de caravana política en Minas Gerais, Lula responsabilizó a los agentes de la operación Lava Jato por la muerte de su esposa. «Revisaron mi casa. Son responsables por la muerte de mi mujer. No tengo derecho a estar enojado. Voy a ganarles con mi estilo tranquilo, de hombre maduro», dijo Lula.

Volviendo al pasado, en marzo de 1979, 170.000 metalúrgicos paralizaron el ABC paulista, una región industrial formada por 7 municipios de la Región Metropolitana de São Paulo, y el poco apoyo político recibido le dió a entender a Lula que no había un partido que representara los intereses de los trabajadores en el Congreso Nacional. Así, el 10/2/1980 nació el Partido de los Trabajadores (PT). En abril del mismo año, Lula encabezó una huelga de 41 días, duramente reprimida, en la que participaron casi 300.000 trabajadores paulistas y que le valió un mes de arresto.

Poco a poco, su figura fue cobrando importancia, el sindicato de obreros metalúrgicos creció enormemente y el PT empezó a expandirse. Para 1982, tenía 400.000 militantes. En 1984 Lula participó, como uno de los principales líderes de la campaña «directas ya» para elegir el Presidente de la República y en enero de 1985, un colegio electoral designó a Tancredo Neves como el primer presidente civil de Brasil luego de la dictadura, y si bien murió antes de tomar posesión, asumió el cargo en su lugar José Sarney.

En 1986 fue electo el diputado federal con más votos del país para la Asamblea Constituyente, la cual restableció la votación libre y directa del presidente de la República.

Después de 29 años sin elecciones directas para el cargo del presidente, en 1989 el PT presentó a Lula como candidato para la Presidencia de la República, pero fue derrotado por Fernando Collor de Mello. En 1994 volvió a postularse, siendo derrotado por Fernando Henrique Cardoso y nuevamente en 1998, nuevamente vencido por que Cardoso se convirtió en reelecto presidente.

El 27/10/2002, con casi 53 millones de votos, Luiz Inácio Lula da Silva fue electo presidente de la República Federativa del Brasil y el 29 de octubre del 2006, con el 83% de los votos válidos, ganó la reelección con más de 58 millones de votos.

Su primer mandato fue verdaderamente brillante, redujo la brecha social entre sectores, estableció un programa social llamado «Beca Familia», el cual fue considerado el mayor programa de transferencia de renta del mundo, atendiendo en 2007, a 13.200.000 familias con recursos de unos R$10,5 billones. Logró reducir el desempleo y consiguió excelentes resultados económicos como la baja inflación, y alta tasa de crecimiento de PBI, generó una mayor división de ingresos y aumentos de la balanza comercial y se destacó por el incentivo de las exportaciones y la creación de microcréditos. Además, más de 20 millones de personas salieron de la línea de pobreza extrema y en tan solo 36 meses la población no escolarizada de entre 4 y 17 años de edad, ha sido reducida entre 18% y 29%.

En abril de 2015, el Ministerio Público de Brasil abrió una investigación por tráfico de influencias contra el ex presidente Lula. Se le acusó de haber presionado entre 2011 y 2014 para que la empresa Odebrecht obtuviera contratos públicos en el extranjero.

El 12/7/2017, acusado de corrupción y blanqueo de dinero, Sérgio Moro dictó una sentencia de 9 años y 6 meses de cárcel para Lula da Silva, sin embargo el ex mandatario apeló a dicha sentencia. La condena se refiere al caso del apartamento de lujo de Guarujá, un inmueble que según los investigadores recibió como forma de propina de manos de la constructora OAS, una de las implicadas en el escándalo de corrupción de Petrobras.

El 29/10/2011, Lula fue diagnosticado con cáncer de laringe. Para el 12/12/2011, el tumor se había reducido a un 75%. En marzo de 2012, asesores de Lula informaron que el equipo médico que lo había tratado había dicho que hubo «remisión completa del cáncer».

Pese a tener a más de uno en contra, el 2 veces presidente de la República Federativa sigue de gira por Brasil, como principal oposición al gobierno de Temer, acusándolo de «vender Brasil» y posicionándose como principal favorito. «Tenga certeza que el PT va a continuar a su lado», «Vamos a las elecciones», así anunciaba el líder del Partido de los Trabajadores que su nombre estaría entre los candidatos a presidente en el 2018, cuando el gobierno de Temer, completando lo que restó a Dilma, llegue a su fin.