El presidente francés, Emmanuel Macron, subrayó que la reconciliación política «no equivale a la amnistía», en relación al histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, que fue detenido ayer en una cabaña de los alpes franceses después de 17 años de estar prófugo.

«No me corresponde decidir ningún tipo de amnistía por los españoles», afirmó Macron en declaraciones a la prensa en Biarritz, adonde se desplazó para preparar la cumbre del G7 que se celebrará en esa ciudad vascofrancesa en agosto.

Al ser consultado sobre la posibilidad de un cambio de postura sobre ETA, dado que fue el propio Ternera quien hace un año puso voz a la declaración de la disolución del grupo separatista vasco, Macron recordó que etarra «cometió crímenes graves» y que fue condenado por ello a prisión.

Ya sentenciado

La Fiscalía de París notificó este viernes a Ternera la pena de ocho años de cárcel que tenía pendiente desde que el Tribunal Correccional de París le condenó en junio de 2017 por su papel en el aparato político de la organización extremista, cuando intentó abrir una negociación con el Gobierno español entre 2011 y 2013.

El etarra ingresó hoy mismo a prisión en París y fuentes judiciales indicaron a la agencia EFE que el llamado juez de las libertades y de la detención le decretó prisión provisional, con posterioridad a la notificación de la Fiscalía parisina.

El presidente francés explicó, además, que «los antiguos combatientes arrepentidos» tienen que purgar sus penas o reanudar una vida normal, según sus responsabilidades, y que también hay que «saber escuchar a las familias de las víctimas». En ese sentido, dijo que el País Vasco «es un ejemplo de resolución de conflictos y de salida de armas», informó la agencia de noticias EFE.

Consideró que la disolución de ETA «fue un elemento extremadamente importante» que relacionó con la implicación de «muchos políticos de la región», tanto del lado francés como del español, y con «una voluntad de reconciliación y de pacificación» que llevó a la decisión de la banda. «El deber del Estado es acompañar ese movimiento», afirmó el presidente francés.

Josu Ternera fue detenido ayer por la policía francesa en el estacionamiento de un hospital de los Alpes franceses. Vivió, al menos los últimos seis meses en una pequeña cabaña, a casi 1.500 metros de altitud, a la que sólo se puede llegar caminando, y se hacía pasar por un escritor venezolano llamado Bruno Martí.