Más de 11.000 trabajadores de Los Ángeles se unieron este miércoles a los sindicatos que detuvieron las producciones cinematográficas en la ciudad para buscar mejores condiciones laborales para los empleados de esa industria, retrasando a la vez el negocio hotelero, interrumpiendo potencialmente las cadenas de suministro y ralentizando el aeropuerto.

Según la información difundida en medios estadounidenses, estos más de 11.000 trabajadores que se unieron a los actores de Hollywood representan a gran parte del personal del sector público de la ciudad. Cabe recordar que esta es la primera huelga de los empleados de la ciudad en más de 40 años.

Los efectos de las protestas se extienden por toda la ciudad: trabajadores sanitarios, socorristas, conductores y mecánicos de transporte del aeropuerto LAX, operadores de grúas y capitanes de barcos en los puertos de la ciudad planean sumarse a la huelga.

El presidente del sindicato SEIU 721, David Green, explicó que llegaron a esta instancia luego de «repetidas violaciones a la ley laboral» por parte de la administración de la ciudad de Los Ángeles.

SEIU 721 es el sindicato que representa a más de 95.000 trabajadores del sur de California. Son tareas que -según manifestó Green- suelen pasar desapercibidas, pero el pasado martes se aseguraron de que sea visible el impacto cotidiano de estas acciones.

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Los Ángeles aparece como el epicentro de las huelgas de actores, actrices y escritores de Hollywood, que paralizaron la industria del entretenimiento. El sindicato representa a 15.000 trabajadores del hotel, incluidos cocineros, encargados de habitaciones y recepcionistas. Desde principios de julio realiza huelgas para exponer la situación laboral y reclamar mayores derechos.

En el norte de California, más de 4.500 trabajadores de la ciudad de San José comunicaron que realizarán una huelga de tres días a partir del martes 15 de agosto, reclamando salarios que equiparen la escalada del costo de vida.

Los recientes conflictos laborales han afectado más que solo a California: miles de miembros del sindicato United Auto Workers amenazan con ir a huelga en septiembre en ausencia de un acuerdo laboral con los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit: Ford, General Motors y Stellantis.

Una interrupción económica masiva se evitó por poco el mes pasado cuando el sindicato Teamsters llegó a un acuerdo tentativo con UPS sobre un nuevo contrato, evitando potencialmente una huelga de más de 300,000 trabajadores de UPS que habría costado miles de millones de dólares a la economía estadounidense. La membresía de Teamsters ahora tiene que aprobar el contrato por votación para que la posibilidad de una huelga termine por completo.