El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ratificó que no renunciará tras la derrota que el Partido Democrático (PD) sufrió ayer en las elecciones comunales de Roma y Turín, entre otras ciudades donde hubo comicios, que posibilitaron el «histórico» triunfo de la candidata del Movimiento Cinco Estrellas Virginia Raggi como primera alcaldesa de la historia de la capital.

«Perdimos la elección en las periferias y no porque se hayan expresado sobre el bicameralismo o sobre el sistema electoral», aseguró Renzi al reconocer la derrota, según recoge este lunes Corriere della Sera, en un intento del premier por «desnacionalizar» la derrota de su PD en la capital italiana y en la ciudad sede de Fiat, entre otras de las 126 ciudades en las que ayer se elegían autoridades.

«Perdimos porque las periferias estaban llenas de suciedad y problemas porque la capital estuvo mal gobernada», agregó Renzi horas después de que Raggi, abogada de 37 años, alcanzara el 67% de los votos en el balotaje y casi doblara al candidato oficialista Roberto Giachetti.

«Lo que yo haga dependerá del referendum y no de las administrativas», reiteró Renzi, en alusión al plebiscito que en octubre próximo decidirá la suerte de la reforma constitucional sancionada en abril y de la ley de reforma electoral conocida como Italicum, aprobada en 2015.

Raggi, cuya experiencia en la función pública son dos años como concejala en el ayuntamiento capitalino y que en campaña anunció que gobernará un solo mandato, aseguró tras el triunfo que se está «preparada para gobernar» en lo que denominó «una nueva era».

«Quiero meter un punto final a todos los ataques que recibí», agregó la nueva alcaldesa, que aseguró que su objetivo es «que todas las fuerzas políticas tengan el buen sentido de abrir un diálogo sobre los problemas y las soluciones, para poner en el centro a los romanos».

«Esta noche han ganado los ciudadanos de Roma. Quiero agradecer a todos los romanos que me han otorgado este deber importante que realizaré en los próximos cinco años», aseguró Raggi en una breve aparición ante la prensa pasada la medianoche italiana.

En una capital acéfala tras la dimisión del anterior alcalde Ignazio Marino (PD) en octubre de 2015 por un escándalo de facturas apócrifas y supuesta malversación de fondos, no sorprendió que el primer compromiso como alcaldesa electa de Raggi fuera por «legalidad y transparencia después de 20 años de mal Gobierno y de Mafia Capitale», además de promesas en transporte y recolección de residuos.

«Fue una derrota neta y sin atenuantes en Roma y Torino, una victoria clara y fuerte en Milán y Bolonia, el cuadro nacional está muy equilibrado. No ha sido una alianza en mi contra», opinó Renzi sobre los comicios que tuvieron un promedio nacional de asistencia a las urnas casi diez puntos menor a la primera vuelta (54 contra el 63 por ciento).

Nacionalizado o no, el resultado de este domingo se trata, en los hechos, del primer traspié de Renzi desde que en febrero de 2014 llegó al poder de manera indirecta, al igual que sus predecesores Enrico Letta y Mario Monti.

En las pasadas europeas, el PD del que también es secretario general había recibido el 40,8% de los votos frente a las alternativas euroescépticas del M5E y de la Liga Norte, cuyo aporte este domingo para el triunfo de Raggi y Appendino fue considerable.

En Milán, el PD retuvo el gobierno comunal con la victoria de Giuseppe Sala sobre Stefano Parisi en una elección que se decidió por menos de tres puntos.

En Turín, la economista de 31 años Chiara Appendino revirtió diez puntos de desventaja en la primera vuelta y ayer obtuvo el 54,6 % frente al alcalde y miembro histórico del Partido Democrata (PD), Piero Fassino, que quedó en el 45,4 %.

En Nápoli, en tanto, se dio la única derrota para el PD «por izquierda», con la reelección de Luigi de Magistris, al frente de una alianza de fuerzas de centroizquierda en la que el revalidado alcalde se apuró a confirmar que están «contra Renzi».

Con este panorama, el fundador del M5E, Beppe Grillo, advirtió en su blog que este resultado «es sólo el inicio» y prometía convertirse en la «única alternativa» al PD de Renzi.

«Es un día histórico, a partir de hoy todo cambia», escribió el ex cómico y fundador del movimiento nacido con un componente antipolítico y reticente a Europa tras la crisis económica que azotó al Viejo Continente en 2008.

«Los ciudadanos reconocen al Movimiento Cinco Estrellas la capacidad de gobernar y eligieron a la única fuerza política que ha hecho propuestas concretas para los diez millones de pobres italianos. Quien habla de referéndum y de Olimpíadas está completamente fuera de la realidad del país», agregó Grillo, ratificando el rechazo de su partido a la candidatura de la capital para los Juegos Olímpicos de 2024, para la que Raggi anunció que hará un plebiscito.

La alcaldesa electa no tendrá actividades públicas este lunes y se limitará a grabar una entrevista para la cadena Euronews que será el miércoles por la tarde con traducción a 13 idiomas.

Desde su entorno explicaron que «con el suceso electoral de ayer se ha abierto un nuevo camino que incidirá positivamente no sólo sobre Roma, sino también sobre el peso político de Italia en Europa».

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