La premier italiana, Giorgia Meloni, participará este viernes del Congreso Nacional de la central sindical más importante del país, la CGIL, en la primera visita de la más alta autoridad del Gobierno en 27 años, en un nuevo gesto de la gobernante que encabeza esta nueva etapa de la política en Italia.

Meloni irá a la norteña ciudad de Rimini para participar del congreso con el que la Confederación General Italiana del Trabajo reelegirá a su secretario general, Maurizio Landini, por otros cuatro años, en la que será la primera visita de un premier a la cita desde la de Romano Prodi en 1996.

«Su presencia es un hecho positivo. Será un encuentro político», destacó Landini en declaraciones al diario La Stampa, al anunciar la presencia de Meloni y la mayoría de los dirigentes de la oposición, como la secretaria general del Partido Democrático, Elly Schlein, y el líder del Movimiento Cinco Estrellas y ex premier Giuseppe Conte.

Para Landini, la presencia de Meloni en el encuentro históricamente caracterizado como de izquierda en el que estarán también autoridades del Vaticano y de la Iglesia italiana «es un elemento de respeto y de reconocimiento a nuestro sindicato que representa a millones de personas», en referencia a los casi 6 millones de afiliados que tiene la central sindical.

La llegada de Meloni a Rimini es vista como un nuevo paso de la gobernante para ampliar su base de apoyos más allá de la alianza que encabeza.

Este lunes, la primera ministra fue una de las oradoras en la presentación de un libro sobre el papa Francisco junto al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y al jesuita colaborador de Francisco y director de la revista cultural más antigua de Italia, Antonio Spadaro.

Durante la presentación, Meloni mostró su alineamiento con el Papa en temas como el reclamo de una mayor participación europea en la acogida de migrantes y declaró el «apoyo» de Italia a la Santa Sede al considerarla «la más idónea» para una eventual mediación en Ucrania.