Los integrantes de la primera caravana de migrantes, que entró a México el pasado 19 de octubre, reanudaron hoy su marcha por las rutas del sur del estado de Veracruz rumbo hacia Estados Unidos, después de que los buses prometidos por las autoridades locales fueran anulados.

Los migrantes centroamericanos pasaron la noche concentrados en el municipio de Sayula de Alemán, donde esperaron durante horas los buses prometidos ayer por el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, pero que finalmente fueron suspendidos, reportó la agencia de noticias Efe.

Ante la falta de transporte, la caravana -compuesta por hondureños, salvadoreños y guatemaltecos- decidió al alba continuar a pie el trayecto por la carretera federal con destino al municipio de Isla, en los límites entre Veracruz y Oaxaca.

«¿Vamos a caminar, verdad?», preguntó por megáfono una de las organizadoras de la marcha en una asamblea, en la que un coro de voces respondió afirmativamente.

Yunes, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), ofreció ayer a la tarde 150 buses gratuitos para trasladar a los cerca de 5.000 migrantes hacia Ciudad de México, pero horas más tarde dio marcha atrás por considerarlo inviable debido al corte de agua que sufre hace cuatro días la capital mexicana, que podría extenderse hasta el martes.

«No se trata de aventarle la papa caliente a otro estado», aseguró el gobernador, citado por el portal de noticias Animal Político.
A cambio, les propuso trasladarlos a una «ciudad grande» del sur de Veracruz para atenderlos adecuadamente, una oferta que fue rechazada por los migrantes, según consignó la agencia de noticias Dpa.

A primeras horas de la mañana, los migrantes, muchos de ellos hambrientos y enfermos, incluidos niños y mujeres embarazadas, empezaron a caminar los 70 kilómetros que los separan de Isla, en una región peligrosa por la presencia del crimen organizado.

A esta caravana de migrantes le siguen los pasos una segunda de otros 2.000 migrantes, en su mayoría hondureños, que ingresaron al país el 29 de octubre y que transitan por el estado de Chiapas.

En ese estado permanece también un tercer grupo de unos 500 salvadoreños que solicitaron de manera legal asilo en México y un cuarto grupo, de unos 2.000 salvadoreños, que entró el viernes caminando por el río Suchiate y va rumbo a la ciudad de Tapachula, también en Chiapas.