Miles de manifestantes que coparon hoy pacíficamente las calles de Barcelona para protestar contra el gobierno español reafirmaron su determinación de votar en el referéndum independentista convocado para el 1 de octubre y rechazaron las detenciones de autoridades regionales y el despliegue policial destinado a impedir la consulta.

«Votaremos, votaremos», corearon los primeros manifestantes que se concentraron a las puertas del Departamento de Economía catalán, situado en La Rambla de Cataluña, a escasos metros de la céntrica Gran Vía, donde se llevó a cabo uno de los principales registros esta mañana.

La concentración fue creciendo rápidamente y, en pocas horas, miles de manifestantes se encontraban protestando en el lugar con sus banderas «esteladas» -la catalana no oficial- y carteles recién impresos con el mensaje «Votem per ser lliures» (Votemos para ser libres).

Mientras en la calle se escuchaban gritos como «Fuera las fuerzas de ocupación» o «No pasarán», ambos lemas recurrentes de la época franquista, algunos trabajadores del departamento de Economía colgaron banderas en los balcones del edificio en apoyo a la independencia.

«Esta noche la pasamos aquí. Ha llegado el momento, el pueblo comenzó estoy y el pueblo lo acabará. Los políticos se pusieron por delante, pero esto es algo de la gente», le dijo a Télam Mireia Aragó i Vinyals, una voluntaria de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que participaba de la manifestación.

«Es muy grave lo que hicieron, están aplicando el artículo 155 de la Constitución, la intervención de las instituciones catalanas, espero que ahora Europa y el mundo nos escuchen y no nos dejen solos», añadió esta mujer de 47 años, quien cree que lo que está sucediendo es un «golpe de Estado».

Luis Gonzalvo Valls, estudiante de filología de 25 años, remarcó que lo que está haciendo el gobierno central español es «vulnerar los derechos de todo», de ahí que «el conflicto catalán ya no una cuestión de independentistas o no independentistas».

«Cuanto más represión hay, más gente se unirá y se pondrá del lado de la democracia», vaticinó este joven militante de la izquierda independentista.

De forma simultánea, grupos de independentista cortaron otras calles de la ciudad condal, como la céntrica vía Laietana, donde se encuentra otra sede del gobierno catalán, que también fue registrada por las fuerzas de seguridad.

Además, se produjeron contracciones en la Plaza Sant Jaume, frente al Palacio de la Generalitat, la sede del Ejecutivo regional.

«Hoy toca salir a la calle y defender la democracia. Ha llegado el momento de la gran revolución democrática que algunos temían y otros esperábamos», dijo en la plaza Jordi Sánchez, el presidente de la ANC, la principal organización de la sociedad civil que promueve la independencia de Cataluña.

Jordi Cuixat, de Òmnium Cultural, la otra gran plataforma independentista, pidió al «pueblo de Cataluña» que «defienda la democracia de forma serena pero firme» ante la acción del Estado español que supone de facto la «suspensión de la autonomía de Cataluña».

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también condenó lo que calificó de un «ataque» a las instituciones catalanes, y pidió a los barceloneses que «no tengan miedo» y «salgan a la calle a defender sus instituciones».

No obstante, la gran mayoría de los manifestantes siguen siendo independentistas y todavía no se produjo el vuelco masivo de la ciudadanía, más allá de que la izquierda no independentista vinculada a Colau y el partido Podemos llamó a la movilización.

Ante el operativo de la Guardia Civil, el presidente catalán, Carles Puigdemont, emitió un mensaje institucional desde el Palacio de Generalitat, en el que aseguró que la intervención suponía la suspensión «de facto del autogobierno de Cataluña», y la aplicación del «Estado de excepción» por parte del Estado español.

No obstante, ratificó que el referéndum del 1 de octubre se celebrará porque «es el encargo que nos ha hecho la ciudadanía», subrayó, al tiempo que llamó a votar en «defensa de la democracia».

Desde temprano, las redes sociales estallaron con mensajes y llamados a la movilización, y otras formas de protestas, como un cacelorazo previsto para esta noche en toda Cataluña.

«Somos muchos, pero tenemos que ser mucho más. Todos a la Gran Vía y La Rambla», es uno de los mensajes que está circulando por grupos en la red de mensajería WhatsApp en Barcelona.